Promesa que ni el general estadounidense Miller (Gandolfini) ni el Secretario de Estado británico para el desarrollo internacional, Simón Foster, creen. Pero, después de que Simón respaldara accidentalmente la acción militar en horario de máxima audiencia en la televisión, se gana sin quererlo muchos amigos en Washington, DC.
La película está rodada en un estilo pseudo-documental, que incorpora las célebres técnicas de improvisación de su director, el cómico escocés Armando Iannucci. A pesar de sus múltiples facetas en la comedia británica como productor, escritor y artista en general, es aún relativamente desconocido. Alcanzó un notable éxito a principios de los años 90 como productor de On the Hour y, posteriormente, con The Day Today, y fue alabado por la crítica como guionista.
Respecto al lenguaje malsonante que plaga los diálogos del film, el co-guionista Jesse Armstrong afirma que «fue fruto de la investigación que se llevó a cabo para conocer un poco más al supermacho miembro del Partido Laborista. Le da credibilidad». Asimismo, el productor Kevin Loader reconoce que, a pesar de que el lenguaje es un «poco verde», forma parte del efecto cómico de la película.