La organización de Experiencia Espantapitas, la Asociación Juvenil y Cultural El Marrajo, ha expresado su «más profundo malestar» por el exceso de presión de la Guardia Civil en los alrededores del recinto en el que se celebró la décima edición del festival, el Recinto Ferial – Centro de Exposiciones y Congresos de Campohermoso. Experiencia Espantapitas ha recibido numerosas quejas de los asistentes al festival por el trato recibido en los múltiples controles que el cuerpo militar dispuso en las cercanías del Recinto Ferial–Centro de Exposiciones y Congresos del núcleo de población nijareño.
En ese sentido, la Asociación El Marrajo recuerda que Experiencia Espantapitas se trata de una cita hecha de forma altruista y voluntaria nacida con el objetivo de promover y acercar la cultura a la provincia de Almería, con un público en su mayor parte juvenil y familiar, entre el que se encontraban diferentes representantes de instituciones públicas.
Según los testimonios que ha recogido la organización, en los numerosos controles instalados, la Guardia Civil ofreció malas formas, inquina, agresividad un trato vejatorio a muchos de los asistentes al festival. A algunos de ellos se les obligó a desnudarse e incluso se cacheó a músicos y personal de la organización constantemente en las subidas y bajadas del escenario principal.
Como vivieron muchos de los miembros de la Asociación El Marrajo, se pudo comprobar que en los controles la Guardia Civil únicamente se controlaban los coches que reconocían dirigirse al festival, así como los que estaban claramente identificados como «organización», «prensa», y como decimos, incluso «artistas».
Por otra parte, la Guardia Civil solicitó de la organización del festival la cena para los miembros que efectuaban los trabajos de vigilancia. Para la Experiencia Espantapitas, que agradece profundamente el trato otorgado por la Policía Municipal de Níjar, el número de controles fue desmesurado y por supuesto el trato dado a los jóvenes y mayores, incluidos representantes políticos, a los que se les paró antes de la entrada al festival, algo completamente desproporcionado.
A pesar de la presión de la Guardia Civil, la décima edición de la Experiencia Espantapitas, que se celebró los días 21 y 22 de agosto con el apoyo del Instituto Andaluz de la Juventud, el Ayuntamiento de Níjar, la Diputación Provincial de Almería y Unicaja, entre otros, cumplió con creces su expectativas en su décima edición. Este año, Experiencia Espantapitas volvía a casa, a Níjar, donde nació en 1999, y lo hizo acompañado de unas 13.000 personas de público a lo largo de los dos días de festival.