Allí conoce al escritor Francisco Umbral, quien la introdujo en los círculos literarios madrileños. Abandona la carrera y comienza a dedicarse a la poesía profesionalmente. En 1980 obtiene el Premio Adonais con el libro De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, obra de lenguaje surrealista y que es considerada como el punto de partida de la «generación postnovísima».
Posteriormente ha publicado varios poemarios más en los que se ha ido alejando del surrealismo de su primera obra. En 1985 contrajo matrimonio con el novelista Juan Benet. Tras la muerte de su esposo en 1993, regresa a La Coruña donde vive apartada de toda actividad pública, alternando su residencia entre La Coruña y Orihuela donde pasa largas temporadas.
En su obra poética hay dos partes diferenciadas: la primera comprende sus 3 primeros libros De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, Báculo de Babel y Capitán Elphistone y responde a una escritura cercana al surrealismo donde la imagen y el ritmo se encadenan vertiginosamente, destilándose los venenos más amargos: los del amor y la soledad, en una búsqueda de la exaltación vital y la libertad propias de una juventud vivida sin límites.
La segunda que se corresponde con sus dos últimos libros publicados La tierra transparente y Los archivos griegos cambia radicalmente de registros estéticos hacia la búsqueda de la belleza, la del amor y la verdad. La palabra contenida aspira ahora a encontrar la luz, la transparencia, acercándose en muchos momentos por esa vía de la interioridad y la espiritualidad a todo lo creado, fundamentalmente al mar y a la naturaleza, y ofreciéndose como canto.