Un pastor de Villaricos usaba tumbas del siglo VI a.N.E. como pesebres

Un pastor de Villaricos usaba tumbas del siglo VI a.N.E. como pesebres

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Un miembro del SEPRONA inspecciona el yacimiento de Villaricos.Un pastor utilizaba una zona arqueológica de Villaricos para alimentar al ganado que cuidaba. Los hechos fueron descubiertos a mediados del mes pasado por los miembros de la Delegación de Cultura, cuando detectaron la rotura de la valla que impide el acceso al yacimiento y encontraron en su interior dos cadáveres de ganado y restos de comida en varias de las tumbas del yacimiento del siglo VI a. N. E., declarado como monumento nacional en 1973.

Los expertos de la Delegación observaron indicios evidentes de la ocupación de la zona por ganado ovino y caprino, hechos que comunicaron de inmediato al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Almería.

En la zona arqueológica existen elementos funerarios y fue declarado monumento nacional en 1973 e inscrito, con carácter específico, como zona arqueológica (mirarlo en Internet) en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz por Orden de 14 de febrero de 2005 de la Consejería de Cultura.

En la inspección que realizan los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Almería observan, en el interior de la zona arqueológica, dentro del recinto vallado los restos de dos cadáveres de ganado ovino y en el interior de tres hipogeos funerarios, los cadáveres de tres ovejas, además de encontrar gran cantidad de restos de comida y signos evidentes de la utilización de las tumbas como pesebres para el ganado.

En el reconocimiento que realizan los agentes del SEPRONA a los cuerpos de los animales, encuentran una serie de marcas e identificaciones, gracias a la cuales permiten determinar la explotación ganadera a la que pertenecen, ubicada en la comarca, realizando a continuación las gestiones para mantener una entrevista con el gerente de la misma.

Según se desprende de la conversación mantenida con el propietario de la explotación, éste desconocía los hechos al tener contratado un pastor para el cuidado del ganado, comprometiéndose a reconocer la zona para recoger los cadáveres de los animales y ejecutar el protocolo establecido sobre sanidad animal en este tipo de eventos.

 

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