Rosa Rubio que además es la restauradora del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía lleva más de 25 años dedicada a la pintura, aunque también le encanta la escultura. En relación a su pintura, Rubio asegura que “en mi obra se puede encontrar una iconografía muy primitiva, que raya un poco con algo infantil, pero no lo es, y yo definiría mi obra como minimal”.
“Es una pintura con mucho contenido, de formas muy simples, y con una temática muy contundente. Es una obra muy elaborada, al igual que la técnica. Utilizo mucho el soporte celulósico con diferentes tipos de papeles. La ejecución suele ser muy laboriosa aunque a simple vista parezca simple”.
En las obras de gran formato, Rosa Rubio muestra sobre todo la fuerza que imprime el color. Los rojos tan intensos sobre el blanco o sobre el negro son contundentes. Es una obra que impacta a primera vista y que luego a medida que se examina con tranquilidad se aprecia el contenido de lo que quiere comunicar. Sin duda, la obra no causa indiferencia en nadie, y desde el primer vistazo llega al espectador.
Rosa Rubio que nació en Madrid en 1961 basa sus vivencias para hacer una iconografía, donde utiliza mucho el símbolo del pájaro, la temática de la mujer utilizando vestidos de mujeres con símbolos de feminidad y luego los colores que utiliza por sistema desde hace tiempo son el rojo, blanco y negro. “El rojo es una sensación de pasión, un color fuerte, el blanco es más neutral y el negro es para tener más placidez en la obra”.
La artista a lo largo de los años ha ido madurando a la par que su obra. Ella es una enamorada de los formatos pequeños y eso se aprecia en la bella serie que ha realizado para la muestra ‘No sé, no sé’, donde las distintas combinaciones cromáticas han hecho una obra con un valor altísimo. “He hecho 54 obras pequeñas durante los últimos meses para esta exposición y creo que ha quedado fascinante en la exposición”.
También Rosa Rubio se dedica a la escultura. “A la escultura le doy mucha importancia puesto que es mi pintura hecha en bulto redondo. Son de formas muy simples, una de ellas es un pajarito, otras es una casa y otra es una barca”. Además Rubio compagina su labor como restauradora con la pintura. “Lo llevo realmente bien puesto que me da tiempo a hacer las dos cosas”.
“Muchas de las técnicas que utilizo en mi pintura me lo ha dado la conservación y la restauración. Llevo restaurando casi 25 años y bueno creo que me aporta muchísimo, el hablar con artistas muy consagrados, viajar a otros países con obras de artistas de renombre”, confiesa la artista. La muestra de Rosa Rubio puede ser visitada en el Castillo de Santa Ana hasta el día 10 de abril.