El pasado económico de Almería pasa por la exportación de la uva de mesa, una actividad que dio vida a la provincia hasta que fue sustituida por la agricultura intensiva. Para recordar este pasado, Cultura, en colaboración con el Museo de Terque, ha editado las carpetas con los ‘cromos’ o etiquetas comerciales, que los parraleros de Almería utilizaron como distintivo, hasta las últimas décadas del siglo XX, para la exportación de la uva de barco a los mercados internacionales.
El proyecto, que ha sido financiado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha permitido editar mil carpetas que reproducen 15 ‘cromos’, utilizados por las principales marcas de productores y exportadores comercializadoras de la uva de barril. Estas etiquetas tenían impresa la denominación de los pueblos donde se cultivaba el producto (Alhabia, Berja, Dalías, Ohanes, Almería, Rioja); al tiempo que promocionaban los nombres de las personas más significativas dedicadas a esta actividad, como Navarro Moner, Juan Romero o Ángel Alférez, entre otros.
La responsable provincial de Cultura considera que se trata de una iniciativa “muy interesante”, que parte de la Asociación de Amigos del Museo de Terque, y que se viene a sumar a otros proyectos puestos en marcha en la provincia, con la finalidad de recuperar y difundir los aspectos culturales más relevantes que guardan relación con la exportación de la uva de barco. “Se han llevado a cabo exposiciones, publicaciones y jornadas divulgativas, iniciativas todas ellas con las que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía comparte el objetivo de recuperar y difundir nuestro patrimonio cultural y etnológico”.
Durante los siglos XIX y XX, la comercialización de la uva de Ohanes tuvo un gran auge en nuestra provincia, donde esta actividad se ha seguido desarrollando hasta las últimas décadas del siglo pasado. Inicialmente, existían multitud de marcas comerciales de parraleros de la provincia, que eran agricultores y exportadores. A partir de 1940, esas marcas se redujeron considerablemente, debido a que el sistema se concentró en cooperativas de exportadores almerienses, valencianos y murcianos. En total, hay documentadas cerca de mil marcas dedicadas a la comercialización de la uva de mesa de Almería.
Para la responsable cultural de la Junta, la importancia de las etiquetas reside en que “son sellos de identidad que hoy día nos sirven de fuente de información documental, porque nos muestran los lenguajes publicitarios y la estética de la época”, ha explicado. En su opinión, “la publicación de estas carpetas con los cromos de la uva es un paso más en el importante trabajo de estudio que resta por hacer, para la recuperación y conservación de este patrimonio documental de gran valor histórico, etnológico y artístico”.