La Universidad de Málaga ha presentado un plan de ajuste presupuestario con el que pretende dejar sus cuentas saneadas y asumir las exigencias planteadas tanto por la Junta como el Gobierno central. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en la de Almería, los recortes están enfocados hacia eficiencia en los servicios y una reducción del gasto en áreas no fundamentales para su funcionamiento. Estas mismas medidas se aplicaron el año pasado en la Universidad de Almería y a la vista está que no han sido suficientes. ¿Lo serán para Málaga?
Las medidas se distribuyen en siete ejes, relacionados con la reducción de gastos de funcionamiento de edificios, la gestión de recursos humano, la eficiencia organizativa, los métodos de trabajo, las atenciones protocolarias, la reducción en el capítulo 6 del presupuesto de gastos y el seguimiento y la evaluación de estas medidas por parte de la comunidad universitaria.
El conjunto de las universidades andaluzas deben ahorrarse 130 millones de euros. Para hacer cálculos, la Universidad de Almería, mucho menor que la de Málaga, tiene previsto reducir su presupuesto en 6,2 millones, y ahí justifica su recorte en profesores asociados y la unión de centros, así como una más que previsible reducción del sueldo de todo su personal.
Y es que, parece que no han resultado suficientes los recortes implantados el año pasado, una reducción encaminada a la eficiencia en el uso de sus instalaciones, muy similar a la planteada ahora en Málaga, cuyas cifras de ahorro previsto no han sido facilitadas. Entonces, ahora saltan varias dudas, como si en Málaga se llevan mejor las cuentas y con un medidas dedicadas a la eficiencia es suficiente o si desde la Costa del Sol se está jugando al despiste con recortes que hacen poco daño entre el personal universitario.
Del mismo modo también cabe preguntarse cómo se gasta el dinero la Universidad de Almería tras ver cómo las medidas puestas en marcha el año pasado han sido insuficientes. Aunque también es verdad que el propio rector de la almeriense, Pedro Molina, confesó no saber cuánto dinero se iba a ahorrar la Universidad de Almería con el cierre de edificios a las 20 horas y el resto de medidas de eficiencia adoptadas.
Los recortes en Málaga
Por lo que se refiere al eje relacionado con la reducción de gastos de funcionamiento de los edificios y centros universitarios, se prevé el cierre de instalaciones en sábados, así como los servicios complementarios que se prestan en los mismos: limpieza, mantenimiento, etcétera. Sólo se mantendrían abiertos aquellos servicios que se determinen necesarios, previa justificación y autorización por parte de la Gerencia.
En este punto, también está previsto el ahorro en alquileres de edificios, ya que aunque son pocos los locales arrendados por la UMA, ya se están dando los pasos necesarios para trasladar estas dependencias externas hacia espacios situados en inmuebles propios. Ahorro en el consumo eléctrico, agua, climatización, teléfonos y racionalización en las compras son otras medidas incluidas en este apartado.
En cuanto a las medidas relativas a la gestión de recursos humanos y acción social, se plantea primar la elección de expertos propios para realizar estudios y trabajos técnicos, utilizar la formación on-line en sustitución de la presencial, reorientar la partida destinada a la Acción Social del personal de la UMA y sustituir la compensación económica de las horas extraordinarias por la horaria.
Otros proyectos de ahorro pasan por la eficiencia en la contratación, la centralización de compras, la potenciación de la administración electrónica, la reducción de trámites, la tramitación telemática de los procedimientos y la mejora de la sostenibilidad. Siempre que sea posible, se utilizará la videoconferencia como instrumento de comunicación y se procurará la reducción del consumo del mismo en todos los centros y dependencias. También se suprimirán los gastos de atenciones protocolarias y representativas, salvo los imprescindibles para el protocolo institucional de la UMA.