La Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente almeriense (JCUAP) ha puesto en marcha el primer plan de ámbito comarcal para la recuperación de las diferentes masas de aguas subterráneas. La puesta en marcha de dicho plan ha sido posible gracias al acuerdo de colaboración entre regantes, que han dado su apoyo al establecimiento voluntario de una cuota de 1 céntimo por metro cúbico que servirá para incorporar al regadío otros recursos hídricos diferentes y evitar así que el mantenimiento de las más de 20.000 hectáreas de invernaderos que existen en la comarca dependan del acuífero para sobrevivir.
Con esta cuota se financiará la diferencia entre el precio del agua de pozo y otras aguas como las reutilizadas, procedentes de las estaciones depuradoras, y las desaladas procedentes de la planta de Balerma. En concreto, los nuevos recursos hídricos que se incorporan a los diferentes sistemas de riego son 7 hectómetros cúbicos de agua desalada, 7,5 hectómetros cúbicos de agua del embalse de Benínar y 2 hectómetros cúbicos de la Balsa del Sapo. En total, 16,5 hectómetros cúbicos a los que hay que sumar 4 hectómetros cúbicos más procedentes del acuífero superior, que es excedentario.
Además de los recursos hídricos que se incorporan directamente al riego, la reducción de las extracciones se apoya en los más de 9 hectómetros cúbicos de agua desalada que los ayuntamientos de Roquetas de Mar, Vícar y El Ejido consumirán a lo largo de este mismo año. Con los nuevos recursos para riego y abastecimiento urbano, la Junta Central de Usuarios del Poniente dejará de extraer en 2017 hasta 30 hectómetros cúbicos. En condiciones normales, estas cantidades se mantendrán en 2018, aunque está previsto incrementar en 10 hectómetros cúbicos más el consumo de aguas depuradas y elevar de 7 a 13,5 el hectómetros cúbicos el consumo anual de agua desalada entre todos los usuarios (riego y abastecimiento).
Así, la recuperación de los acuíferos nace “desde el esfuerzo colectivo y voluntario de los regantes y otros usuarios, que ahora no cuentan con subvenciones públicas para llevar a cabo esta acción de defensa y protección de los recursos naturales de la comarca”, ha explicado hoy en rueda de prensa Manuel García Quero, Presidente de la JCUAP. “La Naturaleza ha sido muy generosa con nosotros y los agricultores somos conscientes de ello; por tanto, como buenos pagadores que somos queremos devolverle a la Naturaleza lo que nos ha dado y convertirla en nuestra mejor aliada para tener asegurado el futuro”, ha añadido García Quero.
Dos fases
El acuerdo alcanzado por las comunidades de regantes que integran la JCUAP contempla, en una primera fase, reducir las extracciones de agua subterránea en 30 hectómetros cúbicos antes de que finalice 2017. Posteriormente, en una segunda fase a llevar a cabo durante 2018, se dejarán de extraer hasta 53 hectómetros cúbicos. La reducción de las extracciones se llevará a cabo en el acuífero inferior, el más profundo y el que tiene las aguas de mayor calidad, con algunas zonas que aún no están afectadas por la salinización provocada por la intrusión de agua marina en el subsuelo. A juicio de los regantes, el acuífero inferior es “la joya de la Corona” que hay que salvaguardar a toda costa. “Los regantes no somos esquilmadores de agua, sabemos perfectamente lo que nos jugamos y por eso hemos sido los primeros en apostar por la recuperación de los recursos naturales que nos dan la vida”, según Manuel García Quero, presidente de la Junta Central de Usuarios.
Por tanto, la recuperación de los acuíferos del Poniente almeriense, donde se concentra la mayor superficie de invernaderos de toda Europa, será posible gracias al aprovechamiento de recursos hídricos no convencionales, respetando en todo momento el consumo máximo anual de 6.700 metros cúbicos por hectárea y año que establece el plan hidrológico de cuenca. “Con este acuerdo comienza un nuevo tiempo, en el que los agricultores hemos decidido colaborar para recuperar los acuíferos y demostrar que los agricultores cuando cooperamos triunfamos y cuando competimos entre nosotros fracasamos”, según José Antonio Fernández, presidente de la Federación de Regantes de Almería (FERAL).
A medio plazo, la intención de la Junta Central de Usuarios es seguir reduciendo progresivamente las extracciones. Entre los recursos previstos, se tiene en cuenta la disponibilidad de entre 30 a 40 hectómetros cúbicos de la desaladora de Balerma y otros 7 hectómetros cúbicos procedentes de la desaladora de la ciudad de Almería. Otros 10 hectómetros cúbicos pueden incorporarse a la red de riego procedentes de las estaciones depuradoras de Roquetas de Mar y El Ejido, a lo que se añaden las reservas de aguas salobres de la Balsa del Sapo y los aportes de la presa de Benínar, que siempre serían escasos debido a la baja pluviometría. En total, en los próximos años los regantes del Poniente almeriense pueden contar con recursos hídricos alternativos a los acuíferos en torno a los 80 hectómetros cúbicos, tras la finalización de algunas infraestructuras pendientes.
Modelo agrícola sostenible
El uso de nuevos recursos complementarios a las aguas subterráneas y la implantación del ciclo integral del agua en la comarca del Poniente son dos factores que refuerzan la sostenibilidad del modelo económico basado en la agricultura intensiva. En los próximos años, los invernaderos del Poniente harán el menor uso posible del acuífero, al mismo tiempo que sus miles de hectáreas de cultivo son un importante sumidero natural de CO2. “La Junta Central de Usuarios ha tomado la iniciativa para garantizar la sostenibilidad de nuestro modelo agrícola, y evitar que muera por los excesos y por la inacción de todos nosotros”, ha concluido García Quero.
La Junta Central de Usuarios del Poniente almeriense es una corporación de derecho público creada al amparo de la Ley de Aguas tras declararse sobreexplotados los acuíferos de la zona. Está constituida por comunidades de regantes del Poniente y por los ayuntamientos de Almería, Roquetas de Mar, Vícar, La Mojonera y El Ejido. Entre sus funciones están la de asumir la representación comarcal del organismo de cuenca (Cuenca Mediterránea Andaluza), así como ordenar los aprovechamientos de todos los usos del agua.