Los premios más divertidos de la historia

Los premios más divertidos de la historia

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Les Luthiers interpretaron un tema con un instrumento hecho con alambiques.

Son cinco genios sobre el escenario. Les Luthiers regresó a Roquetas de Mar donde el sábado llenaron el Teatro Auditorio de público, que pasó dos horas disfrutando del humor de estos argentinos. El grupo presentaba su espectáculo Los Premios Mastropiero, donde se entremezclaba la música con las ocurrencias de Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich. Como si se tratara de la ceremonia de los Óscar, los premios Mastropiero tuvieron como maestros de ceremonias a Mundstock y Rabinovich que además entregaban las estatuillas. Con su humor tan particular, Les Luthiers hace unas críticas a situaciones provocadas por políticos y por los culebrones de televisión, entre otros muchos.

‘Juana Isabel’ desnuda con cadencia de merengue los excesos de los culebrones televisivos; ‘Los milagros de San Dádivo’ revela con un coro clerical los intereses económicos que mueven a las iglesias electrónicas, y ‘Ella me engaña con otro’ exalta en clave de tango las exageraciones en las que caen, en manos de libretistas apurados, los dramas románticos.

En este espectáculo, además de introducir algunos cambios en la tradicional estructura de los montajes del grupo, presentan un nuevo instrumento, El alambique encantador, formado por copas, botellas y una cubeta de agua, y que precisa ser tocado por tres músicos a la vez. También hay que resaltar la escenografía y sobre los diálogos que se producen entre los miembros de Les Luthiers, que en muchos casos se van alargando de forma absurda, pero que provocan la risa contagiosa entre el público.

Luego hay artistas como Daniel Rabinovich, que además tienen un excepcional domingo de la expresión corporal y otros gestos como Marcos Mundstock, que con su portentosa y bella voz llena todo el escenario. A lo largo de dos horas se van sucediendo los boleros, cantatas, madrigales caribeños, merengue. Las bromas se van sucediendo, hay momentos muy picaros y otros momentos sublimes sobre todo cuando Rabinovich interpreta el tema Ya no te amo Raú.

En este espectáculo hay premios casi para todos. Así se da un premio a la mejor cobertura de conflicto bélico a un tipo que se escondió toda la guerra. Hay un premio para un director de cine que hace un remake de Psicosis tan epidérmico que se titula Psoriasis. El premio al mejor programa religioso es para Gran hermana, reality que sigue a cuatro monjas que han de ganar dinero para obras piadosas en una zona de burdeles. Y luego se hace una versión de Otelo que incluye un número musical en el que se canta: «Mamá, mamá, que traigan mi pijama,/ Desdémona, ¿qué pasa?,/ Que hay un negro en mi cama».

Los comienzos del grupo se remontan a mediados de los años sesenta cuando eran jóvenes universitarios de diferentes disciplinas y coincidieron en una coral. Participaron en un Festival realizado en la ciudad de Tucumán con un espectáculo de música y humor que causó sensación entre el público.

 

 

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