Detectar a tiempo los primeros síntomas de alteraciones neuropsicológicas en niños de cero a seis años es vital para evitar daños en su desarrollo y en su vida de adulto. El profesor de Neuropsicología de la Universidad de Granada que participa en los cursos de verano de la UAL, Francisco Cruz Quintana, ha afirmado que “los niños cada vez tienen más problemáticas para seguir el ritmo escolar y esto no sólo le ocurre a los que pasan por situaciones adversas. Por eso es importante que los maestros estén formados en programas de neuropsicología y así paliar este tipo de efectos.”
Cruz Quintana ha repasado algunas desviaciones neuropsicológicas que sufre el niño como la falta de atención, procesamiento lento de toda la información, problemas de impulsividad, falta de flexibilidad o regulación de la emoción. Existe una variabilidad importante de sintomatología, “pero los niños no están exentos del contexto donde se vive como la falta de tiempo y de atención por parte de la familia, que por el estrés, cansancio y prisas a veces no puede dar esa atención que le gustaría”, ha destacado. Además, existen contextos muy estresantes como malos tratos o malnutrición que acompañarán el neurodesarrollo del niño teniendo efectos muy inmediatos y también a largo plazo.
En el curso sobre “Neuropsicología en ámbitos escolares: lo que los especialistas en magisterio necesitan conocer”, Cruz Quintana, ha abordado hasta qué punto parámetros como el contexto familiar puede ser protector o estresor para el niño; también la importancia de la nutrición para el desarrollo del cerebro y las relaciones que el niño establece son sus iguales. También ha destacado que “sabemos que con programas de atención temprana en las escuelas para niños, de cero a seis años con más desventajas- económicas, desestructuración familiar o cuestiones nutricionales-, se recuperan antes e incluso benefician a los demás alumnos”.
La directora del curso, Inmaculada Fernández, ha resaltado que existe un sobre diagnóstico de trastornos neuropsicológicos realizado por personas no especializadas y “hay que tener cuidado porque se suelen poner etiquetas a estos niños que luego les complican la vida. Por eso es tan importante acudir a servicios especializados”. Fernández es también directora del CERNEP (Centro Evaluación y Rehabilitación Neuropsicológica) de la UAL. Es único en el país porque cuenta con una unidad de estancias diurnas, orientada a la rehabilitación de 20 pacientes. Está integrado por docentes e investigadores de la UAL y funciona, a través de un convenio con la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Andalucía.
