El público del Auditorio de Roquetas asistió a una lección magistral de interpretación de la mano de Nuria Espert, que llegó a Roquetas con la obra Incendios. Tras la función, descubrió la butaca bautizada en su honor en el Auditorio roquetero.
El público se rindió el sábado a la maestría y profesionalidad de Nuria Espert que encabezó el reparto de la obra ‘Incendios’ que se representó en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. Fueron tres horas lo que duró este montaje dirigido por Mario Gas, que se basa en la obra de Wajdi Mouawad.
Espert ofrece una actuación sobresaliente, dando una clase magistral de teatro, metiéndose en su personaje, mostrando su facilidad para adaptarse a cualquier papel. Claro está que Espert no estaba sola en el escenario, ya que contó con un elenco de grandes actores como es el caso de Laia Marull, que estuvo sensacional.
Desde el inicio hasta el final, ‘Incendios’ no deja a nadie indiferente. El público en Roquetas la disfruto totalmente en silencio. Es una historia que llega al alma y que además transita entre los sentimientos del corazón. Es una obra fascinante con un final que conmueve.
‘Incendios’ cuenta la terrible historia de Nawal, una mujer muy valiente que muere tras permanecer cinco años en un absoluto silencio, sin ni siquiera dirigir una sola palabra a sus seres queridos. Al morir, deja un sobre a cada uno de sus hijos gemelos (Simon y Jeanne) y muchas incógnitas.
En la lectura de su testamento, ella abre la puerta a su silencio y a sus secretos, a los misterios dolorosos de una familia. Ha dejado a sus gemelos, Jeanne y Simon, un cuaderno rojo, una chaqueta de tela verde y dos sobres que comportan una petición llena de consecuencias, como otras tantas cajas de Pandora, orígenes de males y maravillas, cuyo contenido arrastrará a los gemelos hacia un pasado desconocido, hacia un continente lejano, hacia un segundo nacimiento.
Incendios habla de ese renacer, del origen y de los fuegos que a veces hay que sembrar para encontrarse con uno mismo. Resaltar la sencilla escenografía de la obra, que está acompañado por un excepcional juego de luces.
Tras la representación de la obra el elenco de actores salieron al escenario y Nuria Espert centró la atención del público que se encontraba en pie aplaudiendo. Tuvo lugar la asignación de la butaca de honor a la veterana actriz, distinción que recogió de manos de la concejala de Cultura, María Dolores Ortega. Seguidamente se descubrió la placa que figuraba en la fila 1, butaca 3 del Teatro Auditorio.
Nuria Espert tuvo unas palabras de agradecimiento y aseguró que “prometo que venir como espectadora a ocupar mi butaca”.
