Laujar se acerca a las estrellas

Laujar se acerca a las estrellas

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Las noches de verano representan una oportunidad para acercarse un poco más a las estrellas. La limpieza del suelo y la ausencia de nubes contribuyen a crear uno de los mejores escenarios para los astros, y que este 10 de agosto congregará a aficionados y curiosos, en una jornada de observación en Laujar de Andarax.

Organizada por el Espacio Natural de Sierra Nevada, esta jornada de observación se realizará con motivo de las lágrimas de San Lorenzo, un fenómeto astronómico que se repite cada verano.

Los participantes en esta cita, que se llevará a cabo en el Centro de Visitantes de Laujar de Andarax, serán capaces de reconocer los cuerpos celestes más frecuentes en estas latitudes, así como conocer las principales constelaciones y leyendas que dieron origen a sus nombres.

La actividad incluye el servicio de guía de los monitores, los materiales necesarios, los seguros pertinentes y un vaso de chocolate por persona. La duración de la actividad es de cuatro horas.

Más información: 902 525 100 y infonatura@agenciamedioambienteyagua.es

LAS PERSEIDAS

El nombre de Perseidas se debe a que la zona del cielo desde donde parecen salir los meteoros se encuentra en la constelación de Perseo. La popularidad de las Perseidas es debida parcialmente a su gran actividad, más intensa que la mayoría de las lluvias, y en parte a que se produce en agosto, mes de verano durante el cual, lejos de las luces de las ciudades, se puede disfrutar más del cielo nocturno debido a las cálidas temperaturas. El Sistema Solar contiene gran cantidad de partículas de polvo formando nubes.

Las partículas que componen este polvo presentan diferentes tamaños (la mayoría miden alrededor de una micra, una millonésima de metro). Estas aglomeraciones de polvo suelen asociarse a restos de materia que los cometas van dejando a lo largo de sus órbitas en sus sucesivos pasos por las proximidades del Sol y la Tierra. Cuando una de estas partículas entra a gran velocidad en la atmósfera de nuestro planeta, produce un trazo brillante en el cielo que denominamos comúnmente «estrella fugaz».

En el caso de la «lluvia de estrellas» de las Perseidas, la órbita atravesada es la del cometa Swift-Tuttle. El periodo de este cometa (tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol) es de 135 años y su última aparición se produjo el 11 de diciembre de 1992. Ese año se observaron más de 300 meteoros por hora, más de 3 veces la cantidad habitual. Desde entonces, la actividad ha menguado casi hasta su nivel normal de unos 60 a 100 meteoros por hora.

Para quienes quieran disfrutar de la lluvia se aconseja la observación a simple vista, sin telescopio ni anteojos de ningún tipo. Cualquier punto de observación (playa, terraza, campo, etc.) es bueno siempre que ofrezca un horizonte despejado hacia el sur y hacia el este y no tenga luces brillantes cerca. Si se vive en el campo, se podrá observar la lluvia perfectamente desde la propia casa.

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