Roquetas de Mar dio inicio este domingo a una Semana Santa con personalidad propia que, a pesar de su juventud, es ya referente en la provincia. La alegría del Domingo de Ramos llegó a todos los barrios a lo largo de la jornada, y cada una de las parroquias ha recreado la entrada de Jesucristo en Jerusalén.
Especialmente reseñable ha sido la bendición de palmas y olivos en la parroquia de la patrona de Roquetas, la Virgen del Rosario, que ha sido presidida por el alcalde del municipio, Gabriel Amat, y los concejales José Juan Rodríguez, Maite Fernández, María Dolores Ortega y Francisco Gutiérrez.
Una ceremonia que cada año reúne a más gente en la Plaza de la Constitución, a los pies del templo, desde cuya escalinata el párroco, Antonio de Mata, rocía con agua bendita las palmas y ramas de olivo de los asistentes.
Tras la bendición, se ha celebrado el tradicional recorrido por las calles cercanas, encabezado por un niño que representa a Jesús, sobre un pequeño borrico, y con la participación de decenas de niños vestidos de nazarenos, además de los representantes municipales y los vecinos del centro roquetero.
Ya por la tarde, salía de la Casa Hermandad de la Cofradía de El Parador la primera de las procesiones roqueteras con el paso de Nuestro Padre Jesús de la Salud en su Entrada Triunfal en Jerusalén (La Borriquita). La delegada de Fomento y Cultura de la Junta, Eloísa Cabrera, ha realizado la primera levantá dentro de la capilla.
Una salida que ha sobrecogido a las personas reunidas en la plaza Concha Espina, cuando poco antes de las cinco de la tarde la Cruz de Guía salía de la oscuridad de la Casa de Hermandad y reflejaba los rayos del intenso sol que ha acompañado toda la tarde. Tras un séquito de niños judíos, han procesionado junto al Cristo de La Salud representantes de las distintas hermandades del municipio, así como los concejales Francisca Toresano, José Galdeano, Luis Miguel Carmona y José Luis Llamas. La procesión ha sido acompañada por la Banda del Cristo de las Aguas de Olula del Río.
Con estos cortejos se inicia una Semana Santa que ha alcanzado en las últimas décadas una personalidad propia, con la implicación de sus hermandades y de sus distintos barrios. Uno de sus mayores atractivos es la Guardia al Cristo de la Buena Muerte que realiza la Brigada de la Legión, durante toda la tarde del Martes Santo, en El Parador.
Esa misma noche se realiza Su Traslado y el Jueves Santo, la solemne procesión, también con la participación de la Legión. También el Martes Santo se celebra la procesión de silencio del Cristo de la Expiración, que recorre casi todo el municipio desde el barrio de Las 200 Viviendas hasta el centro.
Como curiosidad, la Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores llega a procesionar hasta en cuatro ocasiones: el Miércoles Santo con el Nazareno, el Jueves Santo con el Cristo de la Divina Misericordia, el Viernes Santo con la procesión oficial, el Santo Sepulcro, y ya entrada la noche, con La Soledad.
Ofrenda floral Virgen de Los Dolores
Precisamente en honor a Nuestra Señora de Los Dolores, se celebró el pasado viernes la tradicional ofrenda floral, en la que participó igualmente el alcalde del municipio, Gabriel Amat, junto al diputado nacional Juanjo Matarí. En la ceremonia se hizo entrega de las medallas de la hermandad así como los pins a los costaleros que han cumplido una década en la cofradía. También se presentaron las novedades que presenta la cofradía este año: cuatro guardabrisas tallados por Pedro Benítez Carrión; tres varas de tramo, obra de los talleres Aragón Orfebres de Motril, la restauración de los primeros incensarios, un aro de estrellas y un manto donado por los fieles y realizado por Rosario Fernández, de Ugíjar, por su devoción a la imagen.