Y en eso, La Unión ha demostrado estar muy por encima de la media. Han asegurado la difusión mediática del evento con invitaciones a la prensa que integraban la entrada al recinto, el hotel, y a veces, hasta la comida…
Y como en la prensa siempre se anda “cortito”, cuesta muy poco dejarse querer y convertirse en un “paniaguado” de la organización, hasta tal punto que nadie (ni prensa, ni artistas) es capaz de decir que la “Catedral del cante” no cumple condiciones ni las cumplirá nunca para escuchar cante con unas mínimas condiciones de calidad sonora, que la minera es una versión monocromática del taranto, o que el reparto de premios que aglutina lo que se ha dado en llamar — Convocatoria cultural internacional “Trofeo Pencho Cross” — que en este 2012 celebra su tercera edición, debiera llamarse político-local o mediática en lugar de internacional, puesto que es un reparto poco equitativo y sectáreo de laureles entre los allegados al festival o aquellas «instituciones/personas/discos/osabediosquésegúnconvenga», que más puedan colaborar en una mayor difusión del festival. Este año ha sido Telemadrid y “La leyenda del tiempo” de Camarón…. ¡cómo no podía ser de otra forma, ya que todos los años nos regalan perlas de éstas!.
Empezaron arrimando las ascuas a su sardina cambiando el nombre de los cantes para facilitar la asignación de la autoría a la región murciana. Esto no lo digo yo. Les invito a revisar los archivos sonoros antiguos comparándolos con los cánones establecidos en el concurso…. ¡Se reirán… como yo!.
A esta falta de rigor para con el flamenco y con la historia, hay que añadir que estamos en el punto en el que los concursantes son lo menos importante. Apenas se habla de ellos, y sólo aparece el ganador, que con tanto tirón en los medios, al hacerse con el carburo pasa de ser un mero aficionado a ser un profesional cotizado “como la copa de un pino”.
Este año, como todos los años, son muchos los nombres de primer nivel programados. Esos seguramente cobrarán sus cachés sin ningún problema…. los concursantes son (por lo menos fueron) otro “cantar”, viéndose negros para poder cobrar sus premios. Y todavía siguen abogando que su esfuerzo es por el bien del flamenco… ¡más demagogia!, pero no hay ni una foto que no se haga y que no se difunda por todos sitios. Les aseguro que su nivel de comunicación llega a ser cansino e invasivo…
En el año 2008 edité el libro-disco biográfico sobre el Hijo del Rojo el Alpargatero, y la aportación del Festival fue comprar la risueña cantidad de 15 libros que a día de hoy no han tenido a bien pagar… Creo que eso es definitorio para vislumbrar cómo cuidan su historia y la cultura del flamenco… Así que bien podrían tener cierta decencia torera y cortarse un poquito con los innumerables e-mails que envían con cada uno de los pasos que el alcalde da en torno al festival y que no aportan absolutamente nada al flamenco. ¡Si por lo menos las fotos fueran artísticas…!