Para obtener el hielo carbónico lo que se hace es someter al dióxido de carbono a unas condiciones de alta presión y baja temperatura, obteniendo al final del proceso unos cilindros sólidos que en el caso del servicio de la Universidad de Almería presentan un diámetro de 19 mm y una longitud variable entre 10 y 50 mm, lo que le otorga unas condiciones óptimas para el desarrollo de un gran número de aplicaciones.
Entre estas aplicaciones cabe destacar el transporte y la conservación en campos tan diversos como la alimentación, la industria farmacéutica o la agricultura. También en el sector biosanitario el uso del hielo seco tiene un papel fundamental en la conservación y traslado de muestras. No menos importante resulta la aplicación que la limpieza industrial le otorga a la nieve carbónica. Aquí, mediante un proceso denominado blasteo, el hielo seco se convierte en un aliado excepcional en el tratamiento de grandes superficies. Por último, aunque jugando también un papel destacado, la nieve carbónica está encontrando su sitio de una manera cada vez más importante en la industria del ocio. Tanto en temas relacionado con la restauración –cafeterías, pubs, restaurantes, etc.– como a la hora de generar efectos especiales en distintos espectáculos el hielo seco resulta óptimo por su sencillo manejo y su baja peligrosidad.
En lo que se refiere al Servicio de Nieve Carbónica (SNC) de la Universidad de Almería, este presenta una capacidad de generación de 25 Kg a la hora, lo que le hace capaz de cubrir una gran demanda. Además, para cantidades de hasta 10 Kg, el SNC cuenta con envases adecuados a disposición del usuario, facilitando así la retirada del hielo seco.
Para más información, condiciones de uso y tarifas, consultar nuestra página web www.ual.es/stecnicos.