Pepa Charro, más conocida como La Terremoto de Alcorcón, lleva muchos años en el mundo del espectáculo. Cantante, actriz, pero sobre todo cabaretera, esta mujer de bandera es la maestra de ceremonias de The Hole, una renovación del formato del circo, en el que el humor, la sensualidad y el sentido del espectáculo se combinan a partes iguales. La Terremoto tiene una gran noticia que dar, y es que está enamorada, ¿de quién? Pues eso habrá que descubrirlo en la carpa instalada junto al Auditorio Maestro Padilla de Almería, donde The Hole estará hasta el 15 de febrero.
Se entra a la carpa de The Hole y lo primero que se encuentra uno es una barra. Bien. Más adelante se llega a un recinto oscuro con una pinta entre un cabaret de los años 20 y un circo. Y a continuación, salen cuatro mayordomos que anuncian el comienzo del espectáculo: pezoneras, trapecios, taconazos y bellos cuerpos llenos de sensualidad; y sobre todo una gran invitación a disfrutar y a pasarlo bien.
Su maestra de ceremonias, la madre de toda esta fiesta, es La Terremoto de Alcorcón, que tras haber pasado por el cabaret, la televisión y el cine se ha entregado en cuerpo y alma a esta propuesta que lleva tres años en cartel y que nació de la mano de Let’s Go, Yllana y Paco León.
¿En qué consiste ser la maestra de ceremonias de The Hole?
Pues todavía estoy investigando en qué consiste ser la anfitriona de esta casa, de este agujero, de este hogar que es The Hole. Es una fiesta: yo invito a la gente a mi casa, esta carpa maravillosa, y la gente puede comer, puede beber… a diferencia de una fiesta normal es que tienen que pagarlo, me gustaría invitarles a todo, pero es que no puede ser.
¿Hay algún motivo especial por el que convocas a la gente a tu casa?
Claro, les quiero dar una gran noticia y es que estoy enamorada. Una historia de amor siempre funciona, está detrás de todas las historias de la dramaturgia, aunque sea un amor muy especial; tengo que decirte que es un poco raro, cuya naturaleza extraña y peculiar habrá que descubrirla en el espectáculo.
¿Requiere alguna preparación especial el ser el alma mater de toda esta fiesta?
Requiere mucho trabajo, mucha constancia… despertarte cada semana una ciudad distinta, porque llevamos dos años de gira, pero ese esfuerzo merece la pena, porque el público es maravilloso. Estamos teniendo llenazos en cada ciudad a la que vamos y hoy por hoy, con el 21 por ciento de IVA, sobrevivir a todo esto es lujo, un orgullo y un placer.
El ambiente se asemeja mucho a un circo, ¿no?
Estamos en una carpa de circo; el formato del circo tradicional está en declive, de alguna manera se está reinventando, y ésta es una manera perfecta de hacer una propuesta diferente dentro de una carpa de circo. Cuenta con artistas como los trapecistas, algunos de ellos antiguos deportistas de élite, incluso, alguno de ellos olímpicos. El nuevo circo son espectáculos como éste, como el Circo de los Horrores, o como el nuevo cabaret y burlesque.
¿Qué hay de nuevo en The Hole?
Hasta hace poco había un vacío en la oferta de espectáculos que se ha llenado con The Hole, nacido de las cabecitas de Let’s Go, Yllana y Paco León, que han sabido dar una respuesta a esa demanda.
¿La interactuación con el público hace diferente cada pase de este espectáculo?
Sí, y de hecho se presta a ello, pero aquí nadie viene a pasar un mal rato. Aquí nos convertimos todos en una gran familia que se divierte junta. Nosotros llevamos muchos años en los escenarios y sabemos perfectamente a quién le podemos decir según qué; hay veces que ves a gente entrar por la puerta y le notas que tiene muchas ganas de cachondeo, de que les saques, que les digas cosas… y, por supuesto, a la gente que la vemos con la carita de ‘por favor no me saques’, que no se preocupen que no van a pasar un mal rato aquí. Este espectáculo se ha enriqueceido con el paso de las funciones, con interacción con el público, con gags casuales que han funcionado en una función y se han incorporado a la función. El público forma parte de la historia de The Hole.
