El año 2011 comenzó en Roquetas de Mar con un extraordinario concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Ucrania que estuvo magistralmente dirigida por Sergey Svintsitskyy. El concierto fue apoteósico con un repertorio muy variado, pero que gustó al público muchísimo.
La primera parte del concierto comenzó con la obertura de la ópera Carmen de Bizet. Luego se hizo también la seguidilla y la Habanera de esta ópera, esta ultima magistralmente interpretada por la soprano Pryhara Alla. También se interpretó el Vals de las flores del Cascanueces de Tchaikovsky, con una gran puesta en escena por parte de dos parejas de baile que acompañaron a la Orquesta.
La Orquesta hizo luego La Danza de los Cisnes y Danza Española del Lago de los Cisnes para darle entrada el genial violinista Alexander Gonobolin que hizo ‘Souvenir’ de Poltoratsky. La primera parte del concierto se cerró con la polka Trik Trak de Strauss, que también estuvieron acompañados del ballet.
Hay que destacar al violinista Alexander Gonobolin, que regresaba dos años después y que hizo auténticas diabluras con el violín a lo largo de la noche. Sin duda, un virtuoso de este instrumento que logró emocionar al público con su forma tan electrizante de tocar este instrumento.
La segunda parte del concierto fue muy interesante con una propuesta musical fascinante. Hicieron para empezar la obertura ‘Caballería ligera’ de Suppé. Luego también interpretaron el Vals de Emperador de Strauss con la presencia nuevamente del ballet. La soprano volvió a salir al escenario para interpretar el aria de Giuditta de Lehar. El tenor Amadeo Monterde cantó Nessum dorma de Turandot de Puccini.
Luego llegaría el valls El Bello Danubio Azul de Strauss y la polka Rayos y Truenos también de Strauss, con la presencia una vez más del ballet. Para ir cerrando este gran concierto la Orquesta hizo la polka Piccicato de Strauss y también ‘A la caza’. El tenor y la soprano salieron a escena para cantar a dúo el brindis de la Traviata. Gonobolin volvió a deleitar al público con su forma de tocar el violín e hizo Czadas de C. Monti. Para concluir la Orquesta hizo Orfeo en los infiernos de Offebach y concluyó como viene siendo habitual con la Marcha Radetski de Strauss.
El público se lo paso tan bien en este concierto de año Nuevo que aplaudió al final de la actuación durante varios minutos. Pero había algunas sorpresas más en la noche. Después de un buen concierto apetece una copa de cava. El público en la misma entrada del Teatro Auditorio pudo degustar una copa y así brindar por el nuevo año.