La Plaza Vieja se convirtió en un mercadillo andalusí que también sirvió como punto de encuentro para las cultras de una y otra orilla del Mediterráneo.
El mercadillo estuvo compuesto por una treintena de puestos instalados desde las diez y media de la mañana y hasta las tres de la tarde y relacionados fundamentalmente con el comercio y la restauración andalusí, dos actividades íntimamente unidas al turismo, objetivo fundamental del programa ‘Turymar’, financiado en un 75 por ciento con fondos europeos a través del Programa de Cooperación Fronteriza España-Fronteras Exteriores (POCTEFEX).
Animación, pasacalles, degustaciones gastronómicas, demostraciones de pintura…, el entretenimiento ha sido constante durante toda la mañana en la que el discurrir de visitantes ha sido permanente.
Mientras se desarrollaba el mercadillo, medio centenar de alumnos almerienses y marroquíes de distintos centros educativos de la ciudad participaban en una ruta teatralizada por el Centro Histórico con la que se pretendía poner en valor nuestro pasado común. La visita parte de la Plaza Vieja y se ha centrado principalmente en la Alcazaba, poniendo en valor nuestro legado andalusí.