La Plataforma Pro-Iglesia de San Sebastián de Olula del Río ha presentado ante el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, un escrito de queja por el que solicita que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía abandone su actitud obstruccionista y cumpla con su obligación de proteger la iglesia de San Sebastián de Olula del Río (1789) y su entorno inmediato, declarándolo Bien de Interés Cultural (BIC).El escrito fue presentado recientemente en Madrid por miembros de la Plataforma, que está integrada por el profesor Antonio Cañabate, el poeta Juan José Ceba, el pintor Andrés García Ibáñez, el historiador Antonio Gil Albarracín y la Asociación Amigos de la Alcazaba de Almería.
La queja presentada ante el Defensor del Pueblo (expediente 080022960) denuncia “que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía abandone su incomprensible obstinación, abulia o irresponsabilidad y cumpla con su cometido, concediendo a la iglesia de San Sebastián de Olula del Río la declaración de Bien de Interés Cultural, incluyendo como área de protección al menos la totalidad de la parcela catastral 23458, en que se encuentra, para evitar nuevas agresiones arquitectónicas en el entorno del monumento”.
Destrucción y amenazas
Pese a la importancia del monumento, éste sigue sin ser declarado Bien de Interés Cultural, lo que impediría, según la Plataforma, que se sigan cometiendo las atrocidades que sufre en los últimos tiempos y las amenazas que la acechan, especialmente por parte del Obispado de Almería, que pretende construir unas dependencias anejas, cuya única contribución sería destruir más la estética de esta bella obra neoclásica.
Ante esta falta de protección monumental, desde hace tres años, la Plataforma Pro Iglesia de San Sebastián de Olula del Río, defiende esta obra arquitectónica “con la legitimidad de que el patrimonio es de todos y la responsabilidad de su conservación no puede declinarse en la administración, especialmente si ésta no cumple con su cometido”, según palabras de su portavoz, Mayte Pérez.
La Plataforma solicitó su declaración como BIC, sumándose a dicha iniciativa más de veinte colectivos e instituciones, entre las que destacamos la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo (Málaga), la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en acuerdo de pleno.
La negativa de la Consejería de Cultura
Hace tan sólo dos años la Consejería de Cultura resolvió inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz la iglesia de San Sebastián de Olula del Río con carácter genérico, dejando sin protección las parcelas en las que precisamente se centran las actuales amenazas contra el edificio indicado. Por ello se ha insistido en su declaración como BIC, a lo que la administración andaluza ha vuelto a responder negando lo solicitado, llegando a cuestionar en sus alegaciones el valor del monumento.
A juicio de María Teresa Pérez, presidenta de la Asociación de Amigos de La Alcazaba, organización que forma parte de la Plataforma, “en nuestros tiempos nadie duda ya de la importancia de proteger el patrimonio histórico, pues siempre es un testigo que nos habla de nuestro pasado. Por eso, cuestionar una obra como ésta, con más de 200 años, es más un problema de ignorancia, de no entender el significado de la obra. Que una serie de intervenciones, por no decir de atentados, enmascaren su importancia a los ojos de personas sin preparación es comprensible, pero lo que nos resulta sorprendente es que unos técnicos de Cultura ignoren el valor de estas obras y más tras la extraordinaria documentación aportada por historiadores como Antonio Gil”.
Sentido común
“Confiamos –declara Maite Pérez Sánchez- que la nueva delegada de Cultura, Yolanda Callejón, traiga un poco de sentido común en el tratamiento de nuestro patrimonio y en este caso sea sensible a nuestros argumentos, que están avalados por instituciones tan importantes como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y que por fin la Iglesia de Olula tenga el reconocimiento que se merece: su declaración como Bien de Interés Cultural. Es muy importante porque reconocería el valor de esta obra de Ventura Rodríguez y, lo que es más importante en estos momentos, la protegería frente a las amenazas especulativas que se ciernen sobre ella. En cualquier caso no cejaremos hasta conseguir su completa protección”.
