Minimizar los efectos de la contaminación radiactiva de Palomares, mediante cultivos selectivos en parcelas contaminadas por plutonio y americio, es la propuesta de un grupo de personas que se han asociado para dinamizar tanta inacción de oficio y luchar contra la apatía institucional. Todo en aras de la mejora de los riesgos a la salud, del medio ambiente, de la economía y de la calidad de vida de los vecinos de la comarca afectada del Levante Almeriense. Se trata de «Flecha Verde«, una asociación sin ánimo de lucro, independiente de cualquier organización política, religiosa, sindical o empresarial, de ámbito nacional y capacidad plena de obrar.
Los fines de esta asociación sin ánimo de lucro son la realización y promoción de actividades de investigación, con especial atención al uso de plantas para eliminar o neutralizar contaminantes del suelo y el medio ambiente, conocido como fitorremediación, una vez solucionada la insolubilidad de algunos radionúclidos. También la educación ambiental y la sostenibilidad para el conocimiento, divulgación, protección y conservación de la naturaleza y el medio ambiente, para lo cual cooperará con los organismos del Estado, entidades autonómicas, universidades, ayuntamientos y otras entidades, bien sean éstas regionales, nacionales o supranacionales. Asimismo, mediante la organización de conferencias, simposios, exposiciones, reuniones y toda clase de actividades científicas y culturales relacionadas con sus fines, que favorezcan una estrecha colaboración entre todas aquellas personas relacionadas y concienciadas, así como obras y trabajos de índole científica o divulgativa relacionados con el tema.
Ya ha comenzado la andadura de la «Asociación Por Palomares Flecha Verde» después de más de medio siglo sin solucionar la radiactividad presente en Palomares y parte del término municipal de Vera. Se tendrá muy presente la discreción y sensibilidad del tema, debido al estigma que viene sufriendo la población durante décadas. Su labor es y será siempre constructiva.
Desde 1966
Cabe recordar que los vecinos de Palomares y Villaricos y parte de los de Vera llevan conviviendo desde enero de 1966, con áreas contaminadas de plutonio y americio, fecha que colisionaron un bombardero estratégico y un avión nodriza del ejército de aire norteamericano mientras realizaban una maniobra de repostaje con un bombardero B-52 en pleno vuelo y en plena guerra fría.
Fue a causa de dicho accidente, que cayeron cuatro bombas de hidrógeno de gran potencia. Dos de ellas perdieron parte de su carga convencional, generando la dispersión sin control del combustible nuclear debido al fuerte viento. Los estudios de caracterización e inventariado desarrollados por el CIEMAT a inicios del milenio certificó la gravedad de la situación.
Ahora mismo hay 41 hectáreas valladas con restricción de uso repartidas en 4 parcelas. Salvo algunos puntos contaminados fuera del vallado, el resto no supone un riesgo para la salud mientras no se remuevan las tierras, pero «el considerable estigma social y económico suma y sigue desde hace más de medio siglo y se agranda día a día como una losa que han de arrastrar los vecinos del lugar», aseguran desde la asociación.
«Convivir en un entorno sin riesgos para su salud, libre de contaminación, sin el lastre de la radiactividad es un Derecho Humano, pudiéndose desarrollar social y económicamente en función de sus posibilidades y esfuerzo, es un plus del que añadir para esta parte del territorio español», explican.
«Flecha Verde» es una asociación, con ámbito de aplicación nacional. Focalizará su actuación en la localidad de Palomares, pedanía española perteneciente al municipio de Cuevas del Almanzora, donde tendrá su sede. En la actualidad se encuentra en fase de sumar sinergias con distintos departamentos de investigación de varias universidades, tanto de Andalucía como de otras comunidades autónomas, siempre buscando soluciones y ayudar, según el lema de sus componentes «más vale hacer algo al respecto, que no hacer nada» y dejar pasar el tiempo.
