La Iglesia de la Asunción de Huércal Overa es catalogada como Monumento

La Iglesia de la Asunción de Huércal Overa es catalogada como Monumento

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Ya era un monumento, pero desde hoy lo es desde el punto de vista oficial, después de que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía haya incluido a este templo del siglo XVIII en su Catálogo General de Patrimonio Hitórico Andaluz, con la tipología de Monumento. Esta iglesia destaca por su armonía compositiva y traza barroca, que lo acercan más a la escuela murciana que a la típicamente andaluza.

Aunque los orígenes de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se remontan a finales del siglo XV, el actual edificio se levanta entre los años 1709 y 1739 con planta basilical de tres tramos, capillas adosadas a cada uno de ellos y galerías altas sobre los laterales comunicadas con la central a través de pequeños balcones.

La nave central tiene una cubierta de bóveda de medio cañón y las laterales de aristas, mientras que el crucero se cubre con una cúpula semiesférica ciega soportada por pilastras corintias.

En el interior del templo, de gran sobriedad, destaca la capilla mayor con su reta-blo y sus pinturas murales. El retablo, finalizado por José Ganga en 1748, es uno de los más significativas del Barroco murciano. En su cuerpo principal, pilastras y parejas de columnas estriadas de orden compuesto flanquean una hornacina central en la que se abre el camarín donde se ubica la imagen titular, Nuestra Señora de la Asunción, una talla neobarroca realizada en 1946 por el escultor granadino Emilio del Moral. Un gran medallón con relieve de la Santísima Trinidad remata el ático de este retablo, que perdió la práctica totalidad de su imaginería en 1936 y fue restaurado en 1949. En 1970 se le añadieron tallas neobarrocas del escultor Juan Noguera Valverde.

Las pinturas murales de la capilla mayor fueron realizadas al temple en 1945 sobre los muros laterales y logran el efecto de prolongar el retablo imitando sus motivos y con la misma combinación cromática.

Otra capilla destacada, a la que se accede a través del crucero, es la que se dedica a Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuya talla es una de las primeras obras realizadas para la Semana Santa por el escultor murciano del siglo XVIII Francisco Salzillo.

En el exterior, la fachada principal está flanqueada por los volúmenes de dos torres entre las que se sitúa la portada, con un vano de medio punto y un segundo cuerpo con hornacina entre pilastras. La fachada se remata con un frontón de lados curvos que acoge en su interior un vano de arco escarzado flanqueado por pilastrillas. Las torres, de dos cuerpos, culminan con un cuerpo de campanas y cubiertas de tejas a cuatro aguas.

Adosado a la cabecera del templo se sitúa un camarín que se eleva sobre el espacio público de la calle Arco y se sustenta por una bóveda de medio punto. Este cuerpo edificatorio se apoya en las fachadas de los edificios de enfrente.

Junto con el edificio y los retablos, el decreto de inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz incluye también siete bienes muebles datados en los siglos XVIII y XIX, fundamentalmente esculturas y piezas de orfebrería.

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