Científicos de la Estación Experimental Agroalimentaria de Cajamar aseguraron que el próximo otoño tendrán un insecto que venza a la ‘tuta absoluta’, una polilla importada de Sudamérica que causa daños irreversibles en las plantaciones de tomates de la cuenca mediterránea y Canarias. Agricultores y empresarios agrícolas que visitaron la estación se interesaron sobre estas investigaciones y sobre otras acerca de la mejora en plásticos y mallas para luchar contra otros insectos perjudiciales para los cultivos.
Los empresarios visitaron en la Estación Experimental de la Fundación Cajamar un invernadero en el que se trabaja sobre el terreno la lucha contra la plaga de la "Tuta absoluta" en el cultivo del tomate. Esta polilla, importada de Sudamérica en 2006, está dañando de forma irreversible innumerables plantaciones de tomate de la cuenca mediterránea y Canarias. Hasta ahora, no se había encontrado un plaguicida natural que la venciera, por lo que los científicos de la Fundación Cajamar, junto con otros de la Universidad de Almería y de Agrobío, iniciaron un proyecto para localizar y "criar" un insecto autóctono que elimine esta plaga de gran voracidad y dispersión.
La ausencia de enemigos naturales y su complicado sistema de alimentación en la planta del tomate, atacando el fruto aún maduro, han provocado que la "Tuta absoluta" -que mide entre 10 y 11 milímetros- sea en un grave problema para los productores de tomate y los empresarios agrícolas en general, que no encuentran remedio para las grandes pérdidas que ocasiona. Así, los gerentes y presidentes de cooperativas que participaron en la visita a la Estación Experimental Agroalimentaria de la Fundación Cajamar se interesaron por conocer cuándo concluirá el proyecto de investigación del plaguicida natural.
En este sentido, el investigador Enric Villa -que presentó el proyecto- indicó que para el próximo otoño es factible que se "fabrique" un insecto que derrote a la "Tuta absoluta", aunque no quiso adelantar de qué especie se trata. Al menos, en laboratorio y en el invernadero de la Estación Experimental, los resultados son muy alentadores y para final de año podría aplicarse de forma real.
Por otro lado, también relacionado con la lucha contra las plagas, el investigador de la Estación Experimental de la Fundación Cajamar, Juan Carlos López Hernández, explicó a los empresarios los resultados de las últimas investigaciones en plásticos y mallas de invernaderos. Ambos materiales están estrechamente vinculados con la presencia o no de trips y mosca blanca en las explotaciones agrícolas. Por ello, abogó por el desarrollo de investigaciones en mallas más densas y plásticos antiplagas, sobre todo para evitar la entrada en el invernadero de trips, cuyo tamaño es inferior a la mosca blanca. En la actualidad, pocas mallas existentes en el mercado paran a esta plaga y los científicos se plantean cómo evitar el acceso a la finca de las plagas y permitir la renovación del aire en el interior del invernadero. Por otro lado, la línea de investigación de los plásticos antiplagas se centra en el recorte de las radiaciones ultravioleta.
La visita de los gestores agrícolas estuvo coordinada por el director de la Estación Experimental Agroalimentaria de la Fundación Cajamar, Jerónimo Pérez Parra. El presidente de la Fundación Cajamar, Juan del Águila Molina y el consejero delegado del sector Agroalimentario de Cajamar, Francisco Góngora Cañizares se dirigieron a los visitantes para animarles a que conozcan y apliquen en sus invernaderos los resultados de las investigaciones de la Estación.