Joaquín de la Muela presenta hoy, viernes, en el Castillo de Santa Ana de Roquetas de Mar, su nuevo disco ‘Recuerdos’. De la Muela ha dedicado una gran parte de su vida a la música, ha sido representante artístico y ha conocido a los más grandes artistas que ha dado el país. ’Recuerdos’ supone su cuarto trabajo discográfico del almeriense.
La música forma parte de su vida. De hecho fue un cantante muy reconocido cuando era muy joven, primero en una orquesta y luego en un grupo musical, donde triunfó por media España.
Hasta llegar a Recuerdos, De la Muela lanzó un primero trabajo titulado Toda una vida. Fue un trabajo fascinante que recogía canciones que habían marcado su vida. «Quería dejar un disco para mis nietos, para el día de mañana. Eso me llevó a grabar ese primer disco», apunta.
Luego llegaría su segundo disco donde hacía un gran homenaje a Centroamérica. Ese trabajo llevaba por título Aguadulce, lugar donde vive Joaquín de la Muela y por el que siente un especial cariño. «A partir de ese momento me di cuenta que no podía dejar de cantar. Entonces me decidí a grabar un tercer disco que llevaba por título Boleros de amor y desamor, cantados con ese estilo tan personal y único que sólo él posee.
En Recuerdos, Joaquín de la Muela ha hecho sus versiones de éxitos internacionales. «No he querido incluir ningún tema propio. He optado por canciones como Con los años que me quedan de Gloria Estefan, En un rincón del Alma de Alberto Cortez o Dios como te amo de Domenico Modugno». «Este es el disco de todos los que he grabado que más gusta a la gente. Son temas muy conocidos y que gustan mucho. Canto Lágrimas negras, que no quiero que se parezca a Diego El Cigala, yo le he dado mi toque personal y realmente ha encantado a todo el que escucha esa canción», afirma De la Muela.
La música ha supuesto un veneno para De la Muela, ya que la lleva en las venas. «Empecé cantando, antes de dedicarme a representar a artistas. Empecé con la orquesta Donaire y luego fundé Los Ícaros y estuvimos cinco años y medio actuando por toda España. Llegamos a triunfar en muchos puntos de España, hicimos seis programas de televisión y cuando llego mi momento, me tiraba mucho mi tierra, y al final el grupo se rompió».
Con Los Ícaros, Joaquín de la Muela vivió unos años intensos. «Grabamos dos discos en Belter que nunca salieron a la venta por la ruptura del grupo. Ante todo éramos un grupo de salsa, aunque tocábamos mucha canción melódica». Cuando acaba la etapa de los Icaros, Joaquín de la Muela regresa a su tierra.
«En aquel tiempo no ganábamos mucho, por lo que decidí dedicarme a la representación artística. Es cierto que ganamos dinero, pero gastamos también mucho en aquel tiempo». Por ese hombre que parece no pasar los años también hubo un momento que monta una zapatería cuando regresa a Almería. «La zapatería era Calzados Olimpia. Yo era dependiente de zapatos y trabajaba y cantaba porque había que comer”.
«Me iba muy bien con la zapatería pero mira por donde estaban poniendo el alcantarillado en la calle, llueve un día mucho en la ciudad, concretamente en la calle Federico de Castro, y se inunda la zapatería. Me arruinan y de ahí me tuve que meter a cantar en el Cabaret El Chapina. A partir de ahí empiezo yo a contratar artistas. Esos fueron mis comienzos en el mundo de la representación artística».
De ahí De la Muela se va a la Simca de delegado de ventas, hasta que lo deja para dedicarse plenamente al espectáculo. Eso fue el año 1974. A sus 79 años tiene la música entre sus pasiones, aparte de contar con una amplia legión de amigos. “Lo mejor que me queda son los ratos que paso con mis amigos y también los momentos que paso cantando”, sostiene.