El fuerte viento que a mediodía de ayer domingo soplaba sobre el Parque de las Almadrabillas impidió la tradicional quema de la sardina. Este acto, que contó con la participación de cientos de vecinos, puso el punto y final al Carnaval de Almería.
A las 12.15 horas partía el cortejo fúnebre desde el Paseo de Almería. Un desfile de pena, cual “Pobre de mí” en los San Fermines, que finalizaba en la Playa de las Almadrabillas, donde Juan Antonio Almansa, proclamado dios Momo, ha hecho las veces de testamentero, en presencia de la concejala responsable del Área de Cultura, Educación y Tradiciones, Ana Martínez Labella, y el presidente de la Federación Municipal de Carnaval de Almería (Femaca), Nicolás Castillo Ortega, así como del pregonero Juan Antonio Barrios y la Diosa y Ninfa del Carnaval, ‘Carnaval Veneciano’ y ‘Alejandría’.
Numerosos componentes de las distintas agrupaciones que han participado este año las actividades del Carnaval, así como cientos de curiosos se han acercado para despedir unas fiestas que este año “supondrán sin duda alguna un punto de inflexión, ya que hemos conseguido que este año el Carnaval se viva más en la calle y haciendo que numerosos almerienses vivan de nuevo una fiesta que en Almería tiene ya casi cien años de historia”, ha apuntado Martínez Labella. Por motivos de seguridad la sardina no ha sido quemada, dado el fuerte viento.
La ciudad se echó a la calle los pasados viernes y sábado, 5 y 6 de febrero, para disfrutar del concurso de la Diosa del Carnaval, el pregón y, especialmente, el Carnaval Friki Show en el que el Área de Cultura organizó una decena de actividades que convirtieron al Paseo de Almería en un gran circo que contó con gran disco infantil, concurso de disfraces para todas las edades, espectáculo de imitaciones, conciertos, lucha de gladiadores, camas elásticas, castillo hinchable, ilusionismo, faquir. Con clásicos como el hombre más fuerte del mundo, la mujer barbuda, el domador y la gente arremolinada para intentar dar un tartazo a un hombre que les animaba a acercar en la diana. Ha sido la imagen de una feria tradicional, con elementos muy circenses, ideales para el Carnaval, todos gratuitos y favoreciendo la participación de niños y mayores.
También aquel sábado el centro de la ciudad vivió una jornada histórica con la celebración del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas en el Teatro Cervantes, 25 años después de la última vez. Este hecho supuso que tanto los grupos por actuar, como los que ya lo habían hecho, realizaran un pasacalles festivo, interpretando pasodobles y cuplés en el propio Paseo y en el trayecto que se les separaba de la Escuela Municipal de Música y Artes, donde se preparaban.
Roquetas también indulta a la sardina
El fuerte viento reinante en Roquetas de Mar hizo que se suspendiera el desfile y la posterior quema de la Sardina que ponía punto y final al Carnaval. De hecho, tanto las carrozas como los grupos que debían participan en el desfile estuvieron hasta las doce de la mañana en la calle Casablanca, lugar donde empezaba el desfile, pero al final, se tomó la decisión de suspender dicho desfile debido a las inclemencias meteorológicas.
Por la tarde también estaba previsto el Entierro de la Sardina en el Parador, y también se suspendió debido al fortísimo viento que asolaba este núcleo de población de Roquetas de Mar.