La Villa de Gádor vivió inmersa durante este largo puente festivo en la celebración de la tradicionales fiestas de la Cruz de Mayo. Una celebración lúdico-religiosa, que comenzó la noche del jueves con el velatorio y la verbena popular en la Plaza de la Constitución, uno de los actos lúdicos que mayor participación y animación registra cada año, y que ha tenido su continuación con las celebraciones religiosas de la procesión de la Santa Cruz y la tradicional bendición de los campos y las roscas.
Como cada año, la espectacular Cruz de Mayo montada en la Plaza de la Constitución presidió esta celebración, que organizan cada año los Mayordomos de la Santa Cruz en colaboración con el Ayuntamiento de la Villa.
La Cruz de Mayo, antigua fiesta de la Santa Cruz, se remonta al siglo XVIII, al igual que la Hermandad de Mayordomos de la Santa Cruz, que ha mantenido esta tradición desde 1874. Esta festividad se inicia el día de San Marcos con el nombramiento de los mayordomos que actúan al año siguiente y que son los encargados de costear de su bolsillo el velatorio y refresco para que los vecinos participen de la diversión.
Los gadorenses celebraron la solemne procesión de la Santa Cruz, echándose a la calle para acompañar la Cruz hasta la ermita situada en la Colina de la Santa Cruz. La procesión salió desde la Iglesia Parroquial de Santa María y recorrió las calles de la villa hasta la llegar a la ermita, donde tuvo lugar la tradicional bendición de las roscas y los campos del municipio. Posteriormente se celebró la Santa Misa en la Iglesia Parroquial de Santa María y al finalizar se hizo el reparto de las roscas como es tradición.
Las fiestas de las Cruces continuaron el sábado, 2 de mayo, con la verbena que los Mayordomos de la Santa Cruz, en la Plaza de la Ermita.
