El Aquarium de Roquetas culminó hace unos días la operación realizada este pasado verano para salvar a alrededor de un centenar de peces atrapados en la principal charca de la zona conocida por la Ribera de la Algaida, que debido a la sequía se estaba secando por completo. Los trabajos han concluido con la entrega de los peces en el que será su nuevo hogar, en la Fundación Arco, de Tabernas.
El operativo se inició tras la llamada de vecinos alertando de la presencia de los peces en la charca casi desecada. Se trata de ejemplares Carassius auratus (carpas doradas) introducidas de forma artificial y por tanto una especie invasora, que a diferencia de otros animales también afectados por la desecación, como numerosas anguilas que fueron rescatadas por técnicos de Medio Ambiente, estaban condenados a morir.
Las carpas no podían ser acogidas en las instalaciones del Aquarium, por lo que una vez rescatadas su director, Enrique Fernández, les buscó un nuevo hogar, para lo que contó con la colaboración del director del Oasys Mini-Hollywood de Tabernas, José María Rodríguez. Juntos contactaron con la Fundación Arco, también ubicada en este municipio almeriense, que cuenta con un centro de rescate y conservación de reptiles, y que se ofreció a acoger a los peces en sus estanques.
El pasado viernes se celebró el acto de entrega de las carpas en las instalaciones de Arco, bajo la atenta mirada de su presidente, H. Hermann Schleich y de los directores del Aquarium y el Oasys Mini-Hollywood.
Desde el Aquarium se destacó “la colaboración de las tres entidades, que compartimos la ilusión de transmitir a nuestros visitantes valores en educación ambiental y respeto a la fauna local”, dijo Enrique Fernández. El director del Aquarium, aseguró, en este sentido, que los ejemplares de Carassius “son un ejemplo del daño que se puede hacer en la naturaleza al liberar animales no autóctonos en nuestros ecosistemas” ya que “son animales que se alimentan de vegetación y remueven el fondo de las lagunas, propiciando que el cieno contamine las aguas”.
Por ello, “esta acción quiere poner de manifiesto que cuando tengamos alguna mascota, que por cualquier razón no podamos atender, nunca se debe soltar en el medio natural; se tiene que acudir a la Agencia del Medio Ambiente, al Seprona de la Guardia Civil, o incluso pedir consejo a zoológicos o acuarios, que nos indicarán qué hacer con esos animales”, concluyó Fernández.