Marcos falleció este sábado a consecuencia de una enfermedad cardiopulmonar. Los esfuerzos de los voluntarios de Asociación en Defensa de la Fauna Marina (PROMAR) durante este tiempo no han servido para salvar la vida de este delfín listado, que quedó varado en las costas de Roquetas de Mar el pasado mes de agosto.
PROMAR dispuso un campamento y adecuó un espacio de costa en Almerimar para la recuperación de este delfín. Durante cinco meses, voluntarios de este grupo conservacionista han cuidado de él y vigilado cada uno de sus movimientos.
Y el compromiso con Marcos ha sido total durante todo este tiempo, tanto que a punto estuvo de costarle la vida a varios voluntarios de PROMAR durante el pasado temporal de viento, cuando las fuertes corrientes cortaron las redes que constituían el cercado donde habitaba el animal y varios voluntarios se lanzaron a por ellas. Un golpe de suerte evitó que varios voluntarios de PROMAR murieran ahogados.
El delfín ha fallecido como consecuencia de una cardiopatía derivada de una enfermedad cardiopulmonar que padecía, y que convertía en «inevitable» su muerte, que «si no se ha producido antes ha sido por los cuidados que se le han dispensado desde hace cinco meses», han apostillado desde Promar.
Marcos medía 1,1 metros y fue bautizado así en honor a uno de los primeros bañistas que se dio cuenta de su presencia. Cuando arribó a la playa de Roquetas de Mar evidenciaba «dificultades para nadar» y presentaba «poca fuerza y flotabilidad», así como parásitos adheridos a las aletas dorsal y caudal.
