Abrir los periódicos cada día implica leer noticias sobre la crisis y, en la mayoría de casos, los daños colaterales que está produciendo en todos los sectores económicos de nuestro país. Hace unas semanas saltaba la alarmaba de la posible muerte anunciada de Expo Agro, la feria agrícola más longeva de España; a partir de ahí, todos han comenzado a apuntar hacia un lado y otro sobre quién o qué tiene la culpa de que se haya llegado a este extremo.
La concepción de Expo Agro ha ido evolucionando con los años pero no ha diferido excesivamente de sus inicios por lo que muchos se preguntarán entonces dónde radica su declive. Desde COAG Almería, como representantes de los agricultores de la provincia, tenemos claro qué es lo que ha sucedido aunque suene a tópico: la culpa la tiene la crisis.
La crisis en el sector agrícola no empezó como la del ladrillo hace en torno a 5 años; la caída de los precios hortícolas se remontan a hace 8 ó 9 años, un hecho que ha propiciado el estancamiento del agricultor a la hora de modernizar e innovar en sus explotaciones.
Expo Agro es un escaparate donde las empresas del sector muestran principalmente las últimas tendencias y novedades en riego, semillas, plásticos, maquinara agrícola… Aspectos llamativos si no fuera porque en la última década los agricultores estamos cubriendo a duras penas una campaña con otra, y eso sin mencionar otros pormenores a los que hacemos frente como puedan ser las inclemencias meteorológicas o los robos en las explotaciones agrarias, entre otros aspectos.
Y ahí está el quid de la cuestión. Los agricultores han dejado de acudir a Expo Agro porque las explotaciones carecen de beneficios para invertir y la financiación de las entidades de créditos está cerrada. Como consecuencia de esta situación las empresas que acudían en la feria han dejado de participar, porque si los productores no acuden, la Expo pierde toda su esencia y sentido.
En los últimos tiempos, además, mucha gente se empeña en comparar Expo Agro con las ferias agrícolas de Madrid y Berlín (Fruit Attraction y Fruit Logística) cuando nada tienen ver, y es que Expo Agro fue concebida para ofrecer productos al agricultor y en las otras dos, las empresas del sector agrario lo que buscan es captar al cliente que compra nuestras hortalizas.
Desde COAG Almería, después de analizar qué ha sucedido y en qué punto nos encontramos lo idóneo ahora sería plantear el resurgir de Expo Agro que debería pasar, por ejemplo, por cambiar su fecha de celebración y hacerla cada dos años, rebajar el precio a las empresas expositoras o apoyar las iniciativas innovadoras de jóvenes empresarios facilitándole el acceso a la feria.
Por último, tenemos que reincidir en la necesidad de que la Administración andaluza retome las ayudas para los planes de mejora de estructuras agrarias y la incorporación de jóvenes agricultores porque aunque, en principio, pueda parecer que nada tiene que ver con lo que aquí explicamos, es evidente que en la situación actual de crisis sin planes de ayudas los agricultores no acuden a las ferias especializadas a informarse.
Si los entes implicados en la celebración de Expo Agro -de forma directa e indirecta- no se replantean el futuro de la Feria con la situación real que atraviesa el sector agrícola almeriense podremos confirmar su fin después de casi tres décadas, algo que aún está a tiempo de evitarse.