La Universidad de Almería junto a la Cátedra de Coexphal ha dado a conocer los resultados del taller de expertos que han realizado para identificar los retos más importantes que se plantean para asegurar la sostenibilidad del modelo productivo de la horticultura protegida de Almería y para abordar qué tipo de acciones serían necesarias para solventar las posibles barreras que presenta. De este taller se han extraído nuevas iniciaticas para avanzar con los seis desafíos para la sostenibilidad de la horticultura de invernadero. Una prestigiosa revista internacional, ‘Journal of Environmental Research and Public Health’, ha publicado un artículo con los resultados de este taller que ha contado con el apoyo de Diego Valera, vicerrector de Investigación e Innovación de la UAL y de CIAIMBITAL.
La agricultura familiar de Almería, predominantemente cooperativa, ha supuesto para la provincia desde sus inicios en la década de los 60 del siglo pasado importantes beneficios socioeconómicos, de alcance muy significativo. Sin embargo, el sector no ha quedado libre de ciertos impactos negativos sobre, por ejemplo, el medio ambiente o la biodiversidad, o sobre la aparición de nuevos retos sociales. El impacto de la globalización sobre los modelos de consumo y de intercambios comerciales presiona a los sistemas agrícolas y los recursos naturales y genera tensiones entre las demandas de los mercados y el equilibrio agroecológico. En el caso de Almería el sistema se encuentra inmerso en una crisis asociada tanto a la reducción de la rentabilidad económica como al creciente impacto de importantes dilemas sociales y ambientales.
A este taller se han incorporado entidades clave del sistema productivo y economía almeriense, desde ambientalistas a agricultores, pasando por académicos y empresas, impulsando un trabajo de investigación que pretende señalar los retos económicos, sociales y medioambientales a los que se enfrenta el sector de la horticultura en invernadero de Almería y también a los posibles procesos que permitan identificar soluciones realmente transformadoras. Este trabajo se ha realizado con un enfoque multiactor y transdisciplinar y se ha contado con la participación de un grupo invitado de expertos que han aportado su conocimiento y visión desde sus respectivas, y diversas, posiciones y áreas de trabajo.
Los desafíos identificados en este taller
Como principal resultado del taller se han podido identificar seis desafíos fundamentales que afectan a la transición hacia un modelo agrícola cuyo objetivo sería reducir los riesgos y evitar un colapso sistémico, al tiempo que se equilibraría la preocupación por la rentabilidad económica y por la sostenibilidad. El primer desafío es alcanzar una gobernanza basada en una cultura de responsabilidad compartida en materia de sostenibilidad; en la que de una manera transparente se incorporan a los procesos de toma de decisiones de la Administración los agentes económicos y sociales. El segundo, es el de implantar un uso responsable y eficiente del agua que persiga el uso sostenible de los acuíferos mediante la incorporación de fuentes alternativas de agua, tecnologías para el riego y la fertilización, o herramientas fiscales y de mercado que impulsen un uso racional y eficiente de los recursos hídricos.
Como tercer desafío el grupo señala la conservación de la biodiversidad en un hábitat único en Europa, para lo que será necesario transmitir la importancia de las funciones asociadas a la conservación de la biodiversidad como son la recarga de acuíferos, la efectividad del control biológico, o el control de la erosión. El cuarto, señala la importancia de la aplicación de una economía circular que facilite la utilización de fuentes renovables de energía como la energía solar o que permita cerrar eficazmente los ciclos de generación y utilización de materiales como puedan ser los plásticos o los restos de cultivo.
Otro de los desafíos es la transferencia de tecnología, conocimiento e innovación con el fin de acometer los retos que plantean la situación de los mercados y la digitalización de la economía, pasando por la puesta en marcha de mecanismos de coordinación entre los centros de investigación, las empresas tecnológicas, y los productores y sus asociaciones. Como sexto y último desafío aparece la imagen e identidad para lo que habrá que desarrollar acciones que contribuyan a solucionar problemas asociados a los entornos físico y humano del sector como son el chabolismo, la integración de la población inmigrante o, por ejemplo, el estado de los invernaderos y el mantenimiento de su entorno.
El taller es el punto de arranque al trabajo colectivo que debe ser acometido por los agentes públicos, privados, académicos y la sociedad civil.
Actualmente y desde la celebración del taller en 2019, algunos de los participantes han continuado trabajando en actividades innovadoras que tienen que ver con la biodiversidad; en procesos de digitalización en beneficio de los productores y en el desarrollo de mejores herramientas digitales para la horticultura de invernadero; en reforzar los lazos entre productores y clientes que permitan un aumento de los ingresos para los primeros; en cuestiones relacionadas con la gobernanza del Big Data y prácticas justas para productores y cooperativas; un mayor apoyo para el control biológico que incluya actividades demostrativas mejoradas; o en la mejora de las eficiencias en el uso del agua y los fertilizantes, entre otros. Además, mantienen una activa colaboración con prestigiosos equipos de investigación de países como Alemania, Países Bajos, Francia, Dinamarca, Bélgica, Grecia, Irlanda, o Reino Unido, colaboración que se centra fundamentalmente en la búsqueda de soluciones efectivas y de bajo coste que contribuyan a mantener la sostenibilidad del modelo Almería.
Este taller, dirigido por Antonio Castro, nombrado recientemente director del Aula Marina de la Universidad de Almería, y Cynthia Giagnocavo, directora de la Cátedra COEXPHAL-UAL de Horticultura, Estudios Cooperativos y Desarrollo Sostenible, y facilitado por María López y Miguel Giménez, ha contado con la participación de expertos ligados a grupos de investigación de la UAL, cooperativas como CASI, Administración Pública, Coexphal, Cajamar, y COAG.