La solemnidad que un acto de esta trascendencia requiere y las palabras de aliento de cara al futuro, pronunciadas por su protagonista hacia la Universidad de Almería, han marcado el desarrollo de la investidura como Doctor Honoris Causa de Rainer Weiss: “Os animo a seguir adelante con el trabajo que estáis haciendo para aumentar el prestigio de la UAL en los años venideros, y animo sobre todo a los jóvenes a que se dejen atraer por la fascinación de los estudios y de la investigación”.
El Premio Nobel de Física 2017, quien ha firmado en el libro de honor de la UAL, se ha sumado, además, a la efeméride clave de este año académico: “Sé que este año la UAL celebra su ‘25 Aniversario’ y les ofrezco mis más sinceras felicitaciones; la Universidad es una institución que tiene tanto que ofrecer a la sociedad que todos tenemos el deber moral de sostenerla y de animarla sin reservas”.
El rector Carmelo Rodríguez ha reconocido la trascendencia de este momento de investidura de Weiss: “Hoy es un día muy destacado para la historia de la Universidad de Almería y para mí es un honor haberlo investido como Doctor Honoris Causa”.
En ese sentido, ha destacado que “la incorporación de Rainer Weiss al Claustro de Doctores responde, en parte, al reconocimiento de una aspiración que, como institución universitaria, está en nuestra naturaleza: explorar, generar y transferir conocimiento a nuestro entorno, y contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a este empeño universal”.
Yendo más allá, Rodríguez Torreblanca ha subrayado que “contar con el doctor Rainer Weiss significa disponer de un embajador de los objetivos y valores que promueve la Universidad de Almería”.
No le han pasado desapercibidas algunas cualidades y actitudes del nuevo Doctor “como modelo e inspiración también para el desarrollo del ser humano”.
El repaso a la biografía de Weiss realizada por el rector de la Universidad de Almería, detallado y con múltiples referencias a circunstancias tales como la huida “de la barbarie nazi” y su pasión por la investigación incluso antes de su ingreso en el MIT, ha desembocado en el interés que ha marcado su posterior trabajo, como fue la comprensión de la interacción de la onda gravitacional con la barra de aluminio: “Seguramente ese fue el inicio de un sueño que culminó en 2016 con el descubrimiento de todos conocido”.
El rector ha resaltado “su capacidad de vencer obstáculos y dificultades, su afán de superación, su pasión por aprender, su entusiasmo y la determinación por perseguir un sueño”.
Para Carmelo Rodríguez, la investidura de Rainer Weiss enriquece no solo a la UAL, sino también a Almería, “tierra que mira al espacio y al cielo”. Sin dudarlo, ha dicho que este acto “encumbra a la Universidad de Almería y a la provincia a lo más alto del panorama científico internacional”. Las ‘Jornadas de Astronomía’ han sido un reclamo perfecto.
Pero este honor conlleva “una alta responsabilidad”, ha recordado el rector a Weiss, pues supone “el compromiso de seguir trabajando junto a la UAL por acrecentar y extender las virtudes y la pasión por el saber, especialmente entre sus estudiantes”. De hecho, ha deseado “poder despertar aun más su curiosidad, su afán por explorar y descubrir nuevos conocimientos y los valores que contribuyan a enriquecer la sociedad y la cultura”.
El físico norteamericano, de origen alemán, se ha mostrado muy agradecido: “Aprecio sobremanera la recepción de este Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Almería, un honor que comparto con mis colegas del LIGO –el Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferometría Laser-, y agradezco las palabras de mi padrino en esta ceremonia académica”.
Como tal ha actuado Antonio Fernández Barbero, catedrático de Física Aplicada y director de la Escuela Internacional de Doctorado de la UAL –EIDUAL-, quien ha realizado una explicación magistral del alcance de las aportaciones de Weiss tras relatar el alto honor que le ha sido ser su padrino: “Es preceptivo hacer mención de la honorable tarea encomendada, pero en mi caso es no solo una realidad, sino que tengo que reconocer que excede de mis mejores sueños; para un físico, convertirse en padrino de un eminente científico como es Rainer Weiss ante el resto de compañeros integrantes del claustro de su universidad, es una tarea que no sólo me honra, sino que me llena de orgullo”.
Su detallada explicación de en qué consiste y qué ha supuesto para la humanidad la detección de las ondas gravitacionales, lo que le valió la concesión del Nobel, ha sido corroborada por el propio Weiss: “Está claro que hemos abierto ahora una nueva línea de investigación, la astronomía de ondas gravitacionales, parte de la astrofísica ‘multimensajero’, que conlleva cambiar de verdad nuestro entendimiento de lo que está en el universo”.
Rainer Weiss se doctoró en el Massachussetts Institute of Technology –MIT-, del que es profesor emérito en la actualidad, y se le ha considerado partícipe de los dos grandes logros de la física moderna: medición del fondo cósmico de microondas con el satélite COBE, y descubrimiento y caracterización de las ondas gravitatorias, valiéndole este último el Premio Nobel de Física 2017 junto a Thorne y Barish. Ha recibido además el Premio Gruber de Cosmología en 2007, con John Mather, el Premio Einstein en el mismo año, esa vez junto a Drever. En 2016 recibió de nuevo el Premio Gruber en Cosmología, el Premio Breakthrough en Física Fundamental, el Premio Shaw, el Premio Kavli en Astrofísica, y el Premio Harvey –junto a Kip Thorne y Ronald Drever. En 2017 se le entregaron los premios Willis E. Lamb en Ciencia del Láser y Óptica Cuántica, y el Princesa de Asturias –con Kip Thorne y Barry Barish-.