El pasado mes de abril el haltera almeriense David Sánchez lograba una medalla más para su colección -Bronce con 183 kilos en dos tiempos en el Campeonato de Europa celebrado en Rusia- y con esta, ha venido la clasificación para los que serán sus segundos juegos (quedó en 10ª posición en Río 2016 en la categoría -69kg), los de Tokio 2020 en la categoría -73kg, convirtiéndose en el primer atleta ejidense en ir a dos JJOO consecutivos.
Clasificación que ha estado en el aire hasta el último momento, ya que la Federación Internacional de Halterofilia (IWF), decidió introducir una “ligera variación” en los criterios de clasificación para Tokio 2020 a espaldas de las federaciones nacionales y a menos de un mes para que concluyese el proceso clasificatorio.
Hasta entonces, la clasificación del atleta almeriense, natural de Santa María del Águila –El Ejido-, dependía de competir mínimo en los tres periodos de clasificación y se sumaría una cuarta marca de entre las mejores de los tres periodos.
Con esta modificación, no solamente se varia en el número de pesajes para poder ir (que pasa de ser obligatorio el pesaje en dos de las competiciones a solamente en una categoría para poder ir), sino que, la obligación de competir en tres periodo se reduce a 2 y se cogerían las dos mejores marcas de todo el periodo de clasificación, lo que provoca que, a pesar de la excelente actuación en el último europeo, la cual le habría dado el pase directo a Tokio, era necesario esperar para confirmar que formaría parte de la delegación olímpica española.
El listado definitivo de participantes se hará público a finales del mes de junio.
Para sorpresa de David y del resto de halteras españoles, con la citada modificación, han debido transcurrir, con lo que ello supone a nivel emocional para cualquier deportista de alto rendimiento, unas semanas de incertidumbre y miedos, en las que se han celebrado dos campeonatos internacionales que han contado con rivales directos de David. Rivales que debían superar sus propias marcas para poder desbancar a nuestro representante de su plaza, ya que él tenía su trabajo hecho con la suficiente antelación como para dedicarse a preparar debidamente la cita olímpica.
El almeriense, que reside, desde hace años, en la Residencia Joaquín Blume de Madrid (Centro de Alto Rendimiento del Deporte Español), formando parte, junto a su hermano y apoyo incondicional en todo momento, Manuel Sánchez, de la selección española de halterofilia, ha manifestado que a pesar de lo acontecido, no hay que echar por tierra el trabajo realizado hasta el momento.
Han sido unos años intensos y de mucha preparación hasta conseguir los resultados que demuestran el alto nivel del atleta, que ha estado luchando en un periodo de clasificación muy duro, y sin olvidarnos de la modificación de última hora de los criterios para obtener su pase, tal y como hemos apuntado con anterioridad, que nos han tenido esperando hasta el día de hoy para conocer que matemáticamente se está dentro.
Sin embargo, esto no ha sido condicionante para que su motivación decaiga y siga demostrando su potencial, calidad y ganas de seguir creciendo en un deporte que tantas alegrías está dando a nuestra ciudad.
Crecimiento no solo en lo profesional a título particular, ya que dese hace algunos años, gestiona junto con su hermano Manuel y otros atletas almerienses, Alexander Navarro, Antonio Tarifa, José Martín y José Javier Jiménez, el Club Deportivo Halterejido (por el que compite el propio David).
Club que, después del último Campeonato de Andalucía y a la espera la celebración el próximo mes de junio del Campeonato de España, lidera la clasificación de la 1ª división nacional.
Entre sus objetivo, está, llevar la halterofilia almeriense a lo más alto así como visibilizar el apoyo que por parte de las instituciones de El Ejido se tiene, incentivando el desarrollo de programas deportivos y de fomento del deporte base e inclusivo a nivel local.
Estamos seguros de que la actuación de David en los próximos JJOO será brillante y a la altura de lo que nos tiene acostumbrados, ya que el esfuerzo, trabajo y constancia durante todo este periodo de preparación se verán reflejados sobre la tarima.