Otra vuelta de tuerca en el ya largo proceso que amenaza con destruir para siempre una de esas pequeñas joyas que caracterizan el patrimonio natural de un municipio tan altamente antropizado como el de El Ejido. Hablamos de Sotomontes, en Matagorda, una laguna que es el hábitat natural de numerosas especies protegidas, con espacial relevancia para el morillo o la garcilla cangrejera, aves que no sólo habitan en esta charca, sino que incluso nidifican en ella.
El Grupo Ecologista Mediterráneo ha vuelto a presentar denuncia tras comprobar los nuevos movimientos que se están produciendo en esta zona que, en los últimos años, han dado lugar a numerosas investigaciones por parte de los agentes del SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil), agentes de Medio Ambiente y que incluso provocó la apertura de un expediente sancionador por parte del Ayuntamiento de El Ejido que ordenó paralizar los vertidos de materiales y residuos que se estaban produciendo en la charca.
Para el GEM resulta altamente incongruente que el Ayuntamiento de El Ejido incluya cada vez con más frecuencia en sus comunicaciones el mensaje de la ‘sostenibilidad’ del municipio, mientras vuelve a mirar para otro lado cuando se trata de proteger espacios naturales como el de Sotomontes, rico en biodiversidad y refugio de aves en peligro de extinción y en algunos casos especies únicas en el Continente Europeo.
Sólo cabe pensar o bien que la inacción del Ayuntamiento ejidense propicia actividades tan destructivas como las que se llevan a cabo en el entorno de este humedal de características biológicas excepcionales, o bien que su autoridad a la hora de impedirles es papel mojado, dado el resultado de sus órdenes de paralización o de sus sanciones, que ignoramos si han sido pagadas por los responsables de tales tropelías, la última de ellas haber iniciado la construcción de un invernadero sobre la laguna en la que previamente se habían vertido escombros y residuos de todo tipo.
La sostenibilidad no es un concepto adaptable al capricho de administrados y administradores del territorio y sus recursos, es una actitud firme para avanzar sin destruir, de respetar los valores ambientales y defender una naturaleza que, en el caso de El Ejido, agoniza a ojos vista.
El hecho de que la construcción se ejecute sobre una zona húmeda como la de Sotomontes, y que está muy cercana a un camino rural, nos lleva a pensar que tal actuación debe carecer de las preceptivas licencias y, por tanto, puede y debe ser paralizada de inmediato y, como ya se recogía en expedientes anteriores, los responsables de esta agresión deben devolver la zona a su estado original sin mayor tardanza, que sería entendida por nuestra parte como un nuevo desprecio de la corporación ejidense hacia su escaso, pero no por ello menos valioso patrimonio natural y su biodiversidad.
Por ello el Grupo Ecologista Mediterráneo ha cursado nuevas denuncias dirigidas al Ayuntamiento de El Ejido, a la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía y al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Almería. De todos ellos esperamos una actuación inmediata y con la contundencia necesaria para conseguir que hechos de este tipo no vuelvan a repetirse en unos espacios naturales que, finalmente, son patrimonio de todos los almerienses.
Texto y fotos: Grupo Ecologista Mediterráneo.