El Grupo Ecologista Mediterráneo ha elegido el tránsito entre los meses de julio y agosto, cuando se inicia la temida canícula, para relanzar su campaña de prevención y concienciación ante los incendios forestales. Esa canícula llega a la provincia en la última semana del mes de julio, cuando los rayos solares y el calor de principios del verano han hecho ya su efecto, la tierra está recalentada y las masas vegetales extremadamente secas por la ausencia de precipitaciones y las altas temperaturas.
Esos factores colocan a las zonas y masas forestales en situación de máxima alerta y es especialmente importante la colaboración ciudadana para evitar la aparición de las temibles llamas. De ahí que el objetivo planteado este año por el GEM sea conseguir que cada almeriense se convierta en un vigilante forestal. Por eso esta campaña nace bajo ese nombre de «Se buscan 700.000 vigilantes forestales«, tantos como personas residen a lo largo y ancho de nuestra provincia.
Las incidencias de los últimos años demuestran un descenso en el número de incendios debidos a negligencias, descuidos o actitudes inconscientes, es decir que la mayoría de los ciudadanos han tomado conciencia de la importancia de la prevención. Según el GEM «el fuego más fácil de apagar es el que no se produce». Consideramos que hay que felicitar al conjunto de los ciudadanos por su colaboración.
Para este año la situación es si cabe más extrema en cuanto a los riesgos de incendios, y por eso queremos lanzar un llamamiento a los ciudadanos para que se conviertan en vigilantes forestales. Se trata de reaccionar ante cualquier atisbo de fuego o de riesgo de incendio y actuar con la mayor celeridad posible. Les pedimos que estén atentos para poder alertar a los servicios de emergencias (una simple llamada al 112) de la presencia de llamas, de columnas de humo, de barbacoas, de quemas agrícolas o de cualquier actividad susceptible de provocar un incendio forestal.
El objetivo de la prevención o, en su defecto, de una actuación rápida es, en opinión del GEM,de gran importancia porque más de la mitad de los incendios forestales que se registran cada año responden en su origen a descuidos o negligencias, lo que genera la pérdida de cientos de hectáreas de terrenos forestales, espacios naturales y la desaparición de especies vegetales y animales a causa del fuego.
Para apoyar esta campaña se utilizarán recursos como la edición de cuñas de radio que se distribuirán entre las emisoras de la provincia, que llevan años respondiendo, en una más que estimable colaboración, para la difusión de los mensajes; la utilización de las redes sociales para llegar al mayor número posible de ciudadanos (web, Facebook, Twitter,…), o la difusión del libro ‘Recetas contra el Fuego’, editado hace dos años para invitar a los almerienses a llevar la comida hecha desde casa y evitar de esa forma tener que encender fuego en el monte y así evitar los riesgos que ello supone.
En la parte institucional se han remitido a los ayuntamientos de la provincia una serie de recomendaciones para que extremen la vigilancia, tanto en prácticas como la quema de rastrojos o restos vegetales en las fincas como en el uso de los fuegos artificiales o en la vigilancia por parte de las policías locales de la actividad de excursionistas que acuden a los montes a pasar el día.
El grado de preocupación es tanto mayor por cuanto la provincia está padeciendo uno de los periodos más secos del último siglo y eso se refleja en la sequedad de los suelos y de la vegetación. Ante esta situación, la más mínima chispa o fuego puede provocar una verdadera catástrofe, y de eso han de ser conscientes los almerienses y las personas que visitan Almería cada año. Por eso estamos pidiendo su colaboración, que nos presten sus ojos para combatir los incendios. Es su patrimonio natural el que está en juego.