El delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Alfredo Valdivia, presentó los resultados del estudio petrológico de la canteras históricas del municipio de Almería relacionadas con la Alcazaba. El documento ha permitido establecer con exactitud la relación entre el Conjunto Monumental, la procedencia de los materiales que se utilizaron en su construcción y la composición de dichos materiales.
Este estudio se suma al trabajo técnico que ha desarrollado la Junta en los últimos años para localizar, identificar y documentar estas canteras de las que se han extraído desde la Edad Media los materiales de construcción de los edificios y obras públicas más importantes de la ciudad de Almería. El estudio petrológico era el último documento científico que faltaba para poder iniciar el expediente de declaración BIC de estas canteras históricas, una iniciativa que obtuvo el respaldo de la Comisión de Cultura del Parlamento andaluz que la aprobó, por unanimidad, en octubre del pasado año.
El estudio petrológico de las canteras se ha ejecutado en tres fases. La primera consistió en la toma de muestras, un total de 28, georeferenciadas y fotografiadas, tanto en la canteras como en la Alcazaba. La siguiente fase fue analizar estas muestras en laboratorios especializados utilizando técnicas de microscopia óptica, difracción de rayos X y fluorescencia de rayos X. Con los resultados de estas pruebas y el trabajo de campo previo se ha elaborado el informe final que ha establecido nueve tipos de piedras diferentes extraídas de las canteras y empleadas en la construcción de la Alcazaba.
Las canteras estudiadas se encuentran en parajes de la Loma de San Cristóbal, La Hoya, Las Trincheras, La Chanca y San Roque. Según el estudio petrológico, los materiales de la Cantera de San Roque y Trincheras Ladera Norte se correlacionan directamente con la muestra del muro del aljibe califal del Conjunto Monumental. Las piedras de las canteras de la Hoya y de la ladera sur de San Cristóbal se utilizaron en la tronera y en la torre del homenaje del tercer recinto de la Alcazaba. De la cantera del Quemadero proceden las bolas de catapulta medievales que se encuentran en la fortaleza. Y de la cantera-cueva de la Campsa y de la Alcazaba extramuros se obtuvieron los sillares califales del primer y segundo recinto del Conjunto Monumental.
Esta labor de estudio y documentación ha permitido establecer que las canteras se extienden a extramuros de la ciudad de Almería sobre una superficie de más de 170.000 metros cuadrados, que incluyen 27 frentes de canteras y 14 canteras-cueva. Situadas en las estribaciones sudorientales de la Sierra de Gádor, están formadas por rocas calcáreas de las que se obtenían sillería, columnas, suelos y piedras para mampostería y caminos, entre otros usos. Los materiales de las canteras históricas se usaron en los edificios y las obras civiles más relevantes de la capital: la Alcazaba, la mezquita aljama (actual Iglesia de San Juan), las murallas, las desaparecidas atarazanas, la Catedral, el Hospital Provincial, el Ingenio, el puerto, la estación de ferrocarril, el mercado, el cementerio, así como en iglesias y conventos y en palacios y casas particulares.
Canteras históricas
“Estas canteras históricas conforman unos espacios singulares, necesarios para poder reconstruir gran parte de los procesos de trabajo de la extracción y producción de piedra de cantería y otros materiales constructivos desde la Edad Media hasta la actualidad”, ha explicado el delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Alfredo Valdivia. Las canteras históricas de la ciudad desvelan la evolución de las técnicas mineras y los cambios tecnológicos en las herramientas extractivas desde el medioevo.
“El carácter monumental de muchas de estas canteras – no sólo las califales-, la envergadura de las extracciones y los medios empleados, y los valores históricos, arqueológicos, etnológicos, sociales y tecnológicos que presentan, justifican su protección y su declaración como Bien Interés Cultural”, ha remarcado el delegado de Cultura, Turismo y Deporte.