El Ejido dará un paso más hacia la sostenibilidad de su agricultura, con la incorporación de una planta para el tratamiento de nutrientes orgánicos procedentes de los lixiviados de las plantas de compostaje, que se convertirán en un abono natural para los invernaderos. Según las previsiones, la planta podría estar lista para este verano.
Esta nueva planta, en proceso de dotación de maquinaria, se ubicará en unos terremos muy próximos a las plantas de Ejido Medio Ambiente y Sociedad Ambiental Las Chozas. Esta nueva solución acabará con los olores que se producen en la zona de Almerimar durante el tratamiento de los restos vegetales.
El proyecto está impulsado por el grupo empresarial Biaqui y en estos momentos se encuentra en proceso de instalación, creación de la infraestructura y dotación de la maquinaria necesaria para el desarrollo de este proyecto de innovación tecnológica, que hará posible el tratamiento de los lixiviados procedentes del proceso de tratamiento y gestión que, desde hace años, viene realizando ambas plantas de compostaje.
Por lo tanto, será un proyecto compatible con la actividad actual de las plantas que vendrá, además, a mejorar los procesos de gestión de los desechos que se tratan en este tipo de instalaciones y contribuir con ello, aún más, a la sostenibilidad de la agricultura.
Al margen de ello, cabe destacar que este proyecto empresarial cuenta con una parte de investigación importante que ayudará, también, a proyectar la imagen del sector en Europa como una agricultura que aprovecha sus recursos naturales y que avanza con sistemas medioambientales que tienen como fin el cuidado del entorno y la garantía de unas producciones cada vez más ecológicas. Y es que la intención de Biaqui es lograr mediante técnicas y sistemas de I+D+I tratar ese líquido, quitándole cualquier arrastre que contenga y devolviéndole las propiedades necesarias para convertirlo en un abono natural para uso ecológico, en el futuro, en cualquier tipo de agricultura.
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, acompañado de su concejal de Agricultura, Manuel Gómez Galera, ha conocido los plazos de implantación que tiene el grupo Biaqui en el municipio, así como las fases con las que cuenta este proyecto de I+D+I. Y lo ha hecho de la mano de su gerente, José Antonio Bernabeu Richart. Fue éste quien ha explicado, sobre el propio terreno de Ejido Medio Ambiente, cómo va el proceso de instalación y que sistemas de gestión se va a aplicar a esos lixiviados.
Para el regidor, “se trata de un proyecto muy interesante que vendrá a aportar más sostenibilidad a nuestro sector”. Y ello, sin duda, le ayudará a “dar un salto cualitativo y cuantitativo en todos aquellos aspectos que los propios mercados internacionales y la propia Europa están marcando”. De hecho, considera que “ganar en sostenibilidad es avanzar de cara al futuro del propio sector, ya que vivimos en una sociedad cada vez más globalizada, donde, por encima de todo, se prima lo natural y lo ecológico”.
Por tanto, “ése es el camino donde debemos de seguir avanzando, respaldando, también, por qué no a proyectos que, como éstos, nos ayudan, no sólo a erradicar problemas al facilitar mejores sistemas para lograr una gestión total de los desechos que genera la actividad agrícola e incluso abrir nuevas posibilidades para la reutilización de estos”.
A juicio de Góngora “son proyectos pioneros como éste los que nos ayudan a sumarnos a esa economía circular muy en línea de lo que tiene que ser la sostenibilidad que se apoya desde la Unión Europea para limitar los impactos medioambientales del uso de los recursos y durante la explotación de nuestras tierras”.
Al margen de los beneficios que este proyecto traerá a la agricultura, el regidor quiere, también, destacar “la importancia que va a tener para minimizar el problema que afecta a gran parte de la población ejidenses como son los olores que, durante los procesos de volcado, se producían en zonas como Almerimar”. Tanto es así que ha aseverado que “una vez que esté en marcha el proyecto se van a dotar de una solución a dichos olores”. Una cuestión que “será relativamente pronto”, ya que, según ha anunciado el propio alcalde “si se cumplen las previsiones, y no hay ningún problema técnico, este proyecto podría estar ya en marcha para los meses de verano”. Algo que considera “fundamental ya que son en esos meses, donde producen más molestias los lixiviados debido a las altas temperaturas”.