El Ejido quiere poner orden en la estética urbanística

El Ejido quiere poner orden en la estética urbanística

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Vista general de Almerimar con su campo de golf y el puerto deportivo al fondo.
Vista general de Almerimar con su campo de golf y el puerto deportivo al fondo.

El objetivo es establecer unos parámetros mínimos en cuanto a materiales, colores, mobiliario o jardinería para evitar la edificación de urbanizaciones de mala calidad y que no aportan nada al conjunto con el fin de preservar la unidad del paisaje urbano y obtener una foto de resultados de lo que queremos para nuestro litoral”, explica el alcalde Francisco Góngora.

El gobierno local ha anunciado que comenzará a trabajar de manera consensuada en una nueva ordenanza que regule las condiciones estéticas y de calidad de las futuras construcciones que se lleven a cabo en el litoral ejidense y más especialmente en el núcleo de Almerimar.

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha explicado que “si queremos que nuestro litoral se desarrolle bajo unos parámetros mínimos de calidad acordes a los niveles de excelencia que estamos buscando para nuestro turismo, es necesario que comencemos a trabajar en un modelo de desarrollo que establezca las condiciones estéticas que hagan obligatorio un estilo constructivo”. Y es que al igual que ocurre también en el resto de planeamientos generales a nivel nacional y, por supuesto, almeriense, el Plan General de El Ejido no contempla este tipo de condicionantes, salvo para el caso de la Ensenada de San Miguel, para donde ya en el año 2005 se establecieron ciertos requisitos.

Tal y como explica Góngora, “si bien no es una cuestión válida para cualquier zona o lugar, sí que encaja perfectamente en una zona como el litoral de nuestro municipio y muy especialmente para Almerimar, porque quizás Balerma tiene un aire más tradicional”.

En este sentido, ha matizado que “con ello lo que pretendemos es evitar que se pueda construir, por ejemplo, una fachada de ladrillo visto en primera línea de playa, ya que todos entendemos y comprendemos que no es lo más adecuado para una urbanización como Almerimar que está tratando de buscar la excelencia y la calidad”. “Así, esta ordenanza nos permitirá defendernos ante aquellos promotores que quieran construir urbanizaciones que sean de muy mala calidad estética o incorporar materiales que entendemos que no son apropiados para una zona turística como la nuestra”.

La idea, por tanto, es la de consensuar un modelo en el que se establezcan ciertas condiciones en lo referente, por ejemplo, a la paleta de colores que se utilice, en cuanto a los acabados y, también, en lo relativo a los materiales que se vayan a emplear, incluyendo además ciertas recomendaciones sobre la vegetación, para que se priorice en las especies.

Góngora aclara que “en nuestra costa ya tenemos buenos ejemplos de la utilización de parámetros de calidad, por lo que se trataría de que esos estilos arquitectónicos se vayan consolidando en los futuros desarrollos”. “Dentro de las condiciones que se establezcan habrá una cierta libertad pero buscando siempre una estética que apueste por la calidad”, argumenta.

El primer edil ha aclarado, asimismo, que no se tocará ni la altura, ni la densidad, ni la edificabilidad, ni las ratios de zonas verdes o los porcentajes de ocupación, “todo eso se respeta, se mantiene y seguirá inalterado” y, en esta misma línea ha subrayado que “se trabajará sobre un modelo que, en cualquier caso, no se va a imponer desde el equipo de gobierno, ya que la intención es consensuarlo entre todos, así como conseguir una foto final de resultados que mejore significativamente el paisaje urbano de enclaves, ya sea para suelo urbano consolidado o suelos urbanizables que se desarrollen, que tenemos que cuidar como recursos turísticos”.

“Si dejamos las condiciones estéticas abiertas, lo que normalmente ocurre en prácticamente todos los plantes generales, es que al final no se pueda evitar que se instale el mal gusto, puesto que no existe normativa para prohibir que se lleven a cabo construcciones que no cumplan requisitos estéticos mínimos”. “Todo ello no tiene por qué encarecer la edificación, es simplemente evitar el mal gusto, ya que aunque se trate de un concepto muy subjetivo es muy obvio y visible cuando una construcción no aporta nada positivo al conjunto”, arguementa.

Actualmente, para la única zona del municipio que se establecieron ya en el año 2005 condicionamientos estéticos es para el futuro desarrollo en la Ensenada de San Miguel; aspectos que están regulados en una ordenanza pormenorizada, con el objetivo de “producir conjuntos residenciales abiertos a su entorno, y que configuren la fachada y el borde de la Ordenación”, tal y como versa literalmente en el plan general.

De esta forma, se establecían condicionantes en cuanto a las fachadas y revestimientos, así como en los materiales, prohibiéndose la utilización de, por ejemplo, ladrillos, cerámicos, fachadas ventiladas, construcción de molduras, mochetas o cualquier otro elemento que no responda a funciones constructivas o estructurales de la edificación, o utilización de elementos prefabricados de piedra artificial o balaustres en las barandas y defensas, entre otros.

Asimismo, también se establecen condicionantes en lo relativo a los espacios libres y privados comunes, en lo que se tratarán como jardín en “un 60% de la superficie libre de edificación como mínimo, pudiendo el resto destinarse a zonas deportivas o de estacionamiento, siempre atendiendo en el número de materiales a lo expuesto”, se especifica en el PGOU. Finalmente, también se incluyen condiciones de ecoeficiencia en aspectos como la eficiencia hidraúlica o energética.

Respuesta a Izquierda Unida

Con relación a las críticas vertidas por Izquierda Unida, el alcalde de El Ejido ha insistido en que “en ningún caso se trata de ser elitista, sino de apostar por el buen gusto para que el turismo que nos visite gane en calidad, lo que se traduce finalmente en mayores ingresos para el sector y para los empresarios ejidenses”.

“Izquierda Unida va a tener la ocasión de debatirlo y de verlo desde el punto de vista técnico, que es desde donde hay que estudiarlo, y lo demás es querer buscar la polémica, porque en ningún caso hablamos de que se vaya a encarecer la edificabilidad, sino de apostar por una cierta unidad sin hacer un modelo repetitivo pero sí de dar una serie de parámetros”, manifiesta Góngora.

Finalmente, el alcalde ha aclarado esta formación que la ordenación de Almerimar sí es adecuada, aunque no ocurre lo mismo con algunas de las construcciones que se han llevado a cabo en la urbanización. “Precisamente por eso, porque no existen condiciones estéticas de edificación para nuestro litoral en general, pretendemos aprobar esta ordenanza, de manera que se preserven unas condiciones estéticas, porque actualmente carecemos de las herramientas que nos permitan evitar que cualquiera pueda construir en primera línea de playa edificaciones que no guarden una mínima calidad”.

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