¿Qué uso podría tener el Cortijo del Fraile? En estado de ruina, esta emblemática construcción ha sido objeto de un concurso de arquitectura para convertirlo en un centro de interpretación de la naturaleza, que ha sido ganado por un equipo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Sevilla.Con el lema «Cuando el dedo roza, con cierta fe, lo inerte», se alzó ganador la propuesta de los alumnos de la Escuela de Arquitectura de Sevilla: Juan Manuel Ortiz Cabeza, Javier Pérez Torrejón, y Jesús Espada Padilla, que competían con las mejores propuestas de todas las Escuelas de Arquitectura de España y Portugal.
Según reza en el acta, la motivación para el jurado fue la siguiente: «Por el riguroso análisis que realiza del entorno, así como de la evolución histórica y cronológica del conjunto. También se valora la respetuosa intervención que propone en el edificio, así como la articulación del programa mediante patios, que realiza demostrando gran capacidad y control para la creación de espacios. El jurado quiere resaltar la sensibilidad empleada en el grafismo y representación del proyecto, así como la puesta en valor que hace de la cultura al emplear interesantes referencias poéticas, artísticas y fotográficas».
La propuesta ganadora propone para El Cortijo de El Fraile un Centro de Interpretación de la Naturaleza e investigación hortofrutícola: con zonas expositivas, laboratorios, aulas de interpretación de la naturaleza, talleres e incluso una pequeña residencia para investigadores visitantes. Todo resuelto mediante una propuesta de arquitectura contemporánea y, a la vez, respetuosa con el patrimonio.
El jurado, que se reunió en Madrid, estaba formado por Eloy Algorri, secretario del Consejo Superior de Arquitectos de España, Paulo Serodio de la Ordem de Arquitectos de Portugal, además de los arquitectos Fernando de Retes, Joao Appleton y el arquitecto almeriense José Francisco García-Sánchez, además de representantes de la empresa Pladur.
El Concurso de Soluciones Constructivas Pladur es el decano de los concursos para estudiantes de Arquitectura que se realiza desde hace 25 años en todas las E.T.S. de Arquitectura de España y Portugal.
El Concurso Pladur se desarrolla en dos fases: una fase «local» donde cada Escuela de Arquitectura otorga un premio y un accésit. Y éstos, optan en la fase «Ibérica» al Premio Pladur Ibérico y al de Instaladores, dotada con 6.000 y 3.000 euros respectivamente, que se falla en Madrid en un acto, donde además se entregan los premios.