Esta mañana la consejera de Cultura, Rosa Torres, presentaba los trabajos de escaneado en 3D de las piezas de mármol del patio del Castillo de Veléz Blanco, que desde 1959 se conservan en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, para su posterior reproducción e instalación en este monumento renacentista. A la rueda de prensa también han asistido el director de la empresa Deltacad encargada del proceso de digitalización, Alejandro Arjona. Los asistentes ha podido conocer de primera mano el resultado de un proceso tecnológico que está llamado a devolver el esplendor perdido de una de las joyas del renacimiento español. Un conjunto histórico artístico que en 1903 veía como su principal valor, el patio central, se despedazaba y salía vendido por piezas hacia el extranjero. Hacia el futuro más inmediato una decisión a tomar: reproducir los modelos 3D digitales en piedra para instalar un ‘clon’ en el lugar del original o dejar la actuación en el plano virtual.
Las nuevas tecnologías aplicadas por la empresa Delta Cad han hecho posible algo que hace unas décadas era ciencia ficción. Obtener una reproducción que sea fiel a nivel milimétrico de un patio de mármol formado por miles de piezas labradas.
Los moldes necesarios para su reproducción por métodos tradicionales pondrían en riesgo la integridad del original y el remedio podría ser peor que la enfermedad. Así que hace algo más de un año los responsables políticos encargaban un ambicioso proyecto para devolver al castillo a la empresa Delta Cad, que han utilizando la tecnología T-scan para obtener un molde virutal y en tres dimensiones de todas las piezas que conforman el patio.
Una vez obtenidas las réplicas digitales el plan inicial era que entrase en juego la Escuela del Mármol de Andalucía, ubicada en Fines. Ellos serán los encargados del tallado físico de las miles de piezas. Sus máquinas automáticas recibirán la informacion de los escáneres y la transmitirán a los bloques de mármol almeriense mediante frisas. De este modo se obtendrá una réplica exacta, un clon, de las piezas situadas en Nueva York.
Para que físicamente todo este material duplicado acabe instalado en el emplazamiento del original quedaría un último paso: que la comisión formada para evaluar las actuaciones sobre este conjunto monumental de el visto bueno. La Consejera ya ha comprometido su voto a favor.
Historia de una pérdida
El Castillo de Vélez-Blanco terminó de construirse en 1503. Es el ejemplo más importante del primer renacimiento español y su patio central tiene un valor histórico artístico incalculable; pero no puede ser disfrutado por los almerienses, a no ser que se ‘acerquen’ al Museo Metropolitano de Nueva York. En 1903 José Álvarez de Toledo, exponente de una nobleza venida a menos, vendía a piezas y por 80.000 pesetas de las de entonces, todo lo que pudiese despegarse de los muros de su castillo de Vélez-Blanco.
Transcurridos quinientos años desde su construcción y cien desde su expolio, los avances tecnológicos ofrecen una solución antes inviable: instalar en el lugar una copia perfecta de los originales perdidos.
