Medio millar de personas contempló en la tarde noche de este sábado el Anochecer en Los Millares, organizado por el Ayuntamiento de Santa Fe de Mondújar y la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, contando con la colaboración del área de Cultura de la Diputación Provincial. Un evento plenamente consolidado de carácter bienal que ya ha cumplido su tercera edición.
Los asistentes tuvieron que formalizar previamente su inscripción puesto que el aforo máximo de la Zona Interpretativa de Los Millares es de quinientas personas, de ahí que unos doscientos interesados se hayan quedado fuera esperando su oportunidad a través de una lista de espera. La organización habilitó tres zonas de aparcamiento en las inmediaciones, además de fletar un autobús desde Almería hasta la misma entrada del recinto tras el acuerdo alcanzado con el Consorcio Metropolitano de Transporte.
La alcaldesa de Santa Fe de Mondújar, Trinidad Góngora, en sus palabras de bienvenida, agradeció el apoyo de la Junta de Andalucía y de la Diputación para hacer posible una actividad “que pone en valor el yacimiento arqueológico de Los Millares, capital europea de hace 5.500 años, que merece ser Patrimonio de la Humanidad”. También dio las gracias a todos los vecinos y colaboradores que de forma altruista se han volcado en el evento, al mismo tiempo que pidió disculpas a todos aquellos que no pudieron asistir por haberse completado el cupo de inscripciones a las pocas horas de abrirse.
Por su parte el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Alfredo Valdivia, elogió el acierto del Anochecer en Los Millares “haciéndolo coincidir con una fecha muy especial como la entrada del solsticio de verano”. Asimismo recordó la gran acogida que está teniendo la aplicación puesta en marcha por la Consejería de Cultura en la que se puede ver una reconstrucción originaria del poblado.
Las actividades se iniciaron con la recepción de los visitantes en las inmediaciones de la zona interpretativa del yacimiento arqueológico de Los Millares. Todos recibieron una rama de olivo, que al término del ritual arrojaron a la hoguera como símbolo de pureza. Muchos de ellos se caracterizaron con tatuajes y abalorios para disfrutar de unas horas mágicas que conjugaron historia, cultura y naturaleza. El poblado retrocedió en el tiempo hasta la Edad del Cobre, recreándose imágenes cotidianas de la época como fundir metales, tallar piedra de sílex, amasar pan, moler trigo, curtir pieles, hilar telas, elaborar vasijas de barro o practicar tiro con arco prehistórico. La ambientación, protagonizada por una treintena de figurantes, corrió a cargo de las asociaciones Ojos Soles de Santa Fe, Amigos de los Museos de Benahadux y el grupo Percusioné.
También se escucharon ritmos musicales prehistóricos como antesala al espectáculo central protagonizado por La Duda Teatro y la Escuela de Danza Paso a Paso. Coincidiendo con la puesta de sol, recrearon un envolvente y mágico ritual de hace 5.500 años inspirado en elementos de la naturaleza como el fuego, el aire o la tierra. Fue la noche más cósmica del año para celebrar la entrada del solsticio de verano, que desde tiempos inmemoriales ha estado relacionado con la fertilidad, la purificación, la abundancia, la belleza de la tierra y el poder de la luz.
Fuera de la zona interpretativa se habilitó un ambigú y se desarrollaron otras actividades complementarias, como la observación de la constelación Orión, coordinada por la asociación que lleva su nombre. Los asistentes tuvieron la oportunidad de contemplar con telescopios un grupo de siete estrellas cuya aparición y desaparición del firmamento orientaba la plantación de los cultivos en otoño y la recolección de las cosechas en verano entre los pueblos mediterráneos, que abandonaron el nomadismo para convertirse en agricultores y ganaderos en el Neolítico. El III Anochecer en Los Millares concluyó con un concierto de jazz de la joven y exitosa banda Bigbandarax.