El Centro Unicaja de Cultura muestra el trabajo de la fotógrafa Alicia Núñez, con la exposición ‘Surmas. El tiempo detenido’, que se inaugura este jueves. A traves de un conjunto de imágenes, la autora realiza un descriptivo viaje por el territorio de los Surmas, una de las más remotas y desconocidas tribus del África Negra, que habitan en Etiopía.
En total son cerca de cien fotografías, con las que la autora nos traslada a tierras etíopes y consigue que el espectador sea capaz de sentirse un miembro más de la tribu durante unos minutos.
La artista hace hincapié en que los Surmas son un pueblo de cultura ancestral, altivos, de gran dignidad y gran sentido del honor, que cuentan con un importante apoyo familiar y con una gran armonía interna, aunque eso no significa que no haya voces discordantes que cuestionen algunas de esas costumbres. «Sus costumbres cumplen un objetivo, que no podemos enjuiciar desde fuera», aseguró la artista durante la inauguración de esta misma muestra en Sevilla.
Con el título ‘Surmas: el tiempo detenido’, la fotógrafa Alicia Núñez muestra uno de los pueblos que mejor ha preservado su cultura y tradiciones. No se trata exclusivamente de un documento fotográfico, sino que persigue además, mediante una cuidada composición, la creación artística. Alicia Núñez muestra, a través de sus imágenes, uno de los territorios más desconocidos y recónditos del África Negra. Ubicada en el sudoeste de Etiopía, junto a la frontera con Sudán y Kenia, esta tribu seminómada, los Surmas, permanece anclada en el pasado. Sus formas de vida, sus atuendos y rituales poco se diferencian de los que tenían nuestros más primigenios ancestros.
Quizás lo que más caracteriza a esta etnia sea la estética de las mujeres que van ataviadas de grandes platos de madera o arcilla en la boca. Dibujos corporales, ornamentos elaborados con ramas y hojas, escarificaciones enormes platos en las orejas adornan a hombres, mujeres y niños de este pueblo, mimetizándose con la exuberante naturaleza que les rodea. Todos estos aderezos, alejados de nuestros cánones, producen un extraordinario impacto visual, tanto por su exótica belleza como por su atavismo. Otro de los símbolos de su identidad étnica es la Donga. Una lucha ritual entre los valerosos guerreros de distintos clanes, que ataviados de largos palos, se enfrentan de dos a dos, hasta conseguir abatir a su oponente, convirtiéndose en héroes. Las imágenes de la exposición se recogen en un libro publicado por Lunwerg Editores (Grupo Planeta).
Alicia Núñez, fotógrafa y psicóloga, especializada en fotografía étnica y documental, ha elaborado amplios reportajes fotográficos al hilo de sus viajes por América (Nueva York, México, Ecuador, Galápagos), Asia (India, Nepal, Birmania), Oriente Próximo (Yemen, Siria, Turquía, Jordania, desierto de Arabia…) y el continente africano (Malí, Etiopía, Egipto, Rwanda, Namibia, Zimbawe, Botswana, Uganda, Tanzania o Suráfrica…), al que viaja con frecuencia, fascinada por su luz, sus paisajes pero, sobre todo, por sus personas y su riqueza étnica.
La exposición se puede visitar desde el 4 de abril hasta el 31 de mayo en el Centro Unicaja de Cultura, ubicado en el Paseo de Almería, 11.