El escándalo está servido. El titular de estos días es que el Concurso del Cante de las Minas aún debe los premios de la pasada edición. El tema es complicado, más aún si tenemos en cuenta que el alcalde de La Unión se ha asignado una nueva secretaria y ha subido el sueldo a los concejales…. Eso es lo que dice su oposición… ¡que vaya usted a saber si es verdad!. Lo indudable es que están a punto de celebrar una nueva edición sin liquidar la anterior, y sin ningún tipo de humildad, como ya es habitual en este gran Festival, alardean de convocar a los artistas más mediáticos. Parece que estos últimos cobran por adelantado…
Pero ésta no es la tónica general. Lo que ahora abunda no es el recorte sino la escasez. Los ayuntamientos sufren una precaria economía y ya han traspasado esa primera etapa de redirigir su presupuesto de cultura para otras áreas. Ahora, como estamos empeñados en seguir el mismo nivel de vida de hace 3 años, la lucha es distribuir lo poquito que hay sin que se note la falta…
Creo que ya es hora de entender que una crisis que dura más de tres años no es una crisis, sino un cambio de ciclo. Esta nueva economía es una nueva realidad, no es un tránsito sino un nuevo orden de cosas, y más nos vale utilizarlo como punto de partida para desarrollarnos y si podemos, crecer… Pero ahora toca otra cosa, primero vamos a reordenarnos, luego, el que pueda, que se reinvente… Y esto, también va por el Festival del Cante de las Minas