El film está progagonizado por la abuela del director, Blanca Pérez, que se pone el traje de actriz para interpretar a una mujer afectada por esta enfermedad.
El film trata de mostrar el interior de la mente de Blanca, representado mediante escenarios deteriorados por el paso del tiempo, sincronizando dichas imágenes con escenas de la vida cotidiana de este entrañable personaje en su rocambolesco y casi romántico viaje que es la vida, tal y como la concibe de manera singular la mente de Daniel Ortega Muñoz.
Durante el transcurso de ‘Alfileres’, Cristóbal García, que interpreta a «el Alzheimer», irá jugando con los recuerdos que Blanca atesora en su deteriorada mente, representados en forma de objetos, cartas y viejas fotografías, hasta hacerlos desaparecer por completo, dejando a Blanca sola ante un mundo adverso e ignoto. Tal y como muestran los síntomas de este gran desconocido como es el Alzheimer.
Durante el film, nos acompañará una banda sonora compuesta expresamente para Alfileres por el joven músico y compositor Almeriense, Manuel Rubio López. Que recién cumplidos sus 18 años, nos deleita con unas piezas espectaculares al piano. De la mano de Irene Caminero López van unos toques de color que potencian los rostros de nuestros peculiares personajes que, sin recargarlos demasiado, acentúan y suavizan esa expresión en la que recae prácticamente todo el peso narrativo de Alfileres, y por último, corren a cuenta de Sergio López Mata, joven técnico de sonido, las voces y sonidos que nos explican un poco mejor lo que nos van a contar las imágenes y la música.