La Consejera de Cultura, Rosa Aguilar, y el alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco, han mantenido hoy una reunión para analizar la gestión del conjunto monumental de la Alcazaba. El encuentro ha estado marcado por un clima de entendimiento y se ha acabado con la tensión de los meses anteriores entre las dos administraciones.
Rosa Aguilar ha calificado la reunión como «intensa a la par que fructífera» y ha destacado las soluciones para la mejora de la gestión que han acordado las dos administraciones participantes.
La consejera de Cultura se ha congratulado de que el Ayuntamiento de Almería se haya comprometido a redactar la propuesta para la resolución del proyecto del Mesón Gitano, que estará lista en «unos veinte días» y con la que se asegurará que la capital no pierda las ayudas europeas previstas para esta interveción.
En cuanto a la Alcazaba propiamente dicha, Rosa Aguilar ha declarado que tanto Junta como Ayuntamiento trabajarán juntos en la organización de actvidades culturales para el próximo curso.
La conservación del espacio también ha estado sobre la mesa en la reunión de esta mañana. La Junta aportará 1,5 millones de euros para la conservación del monumento, mientras que el Consistorio aportará uno, destinado a intervenciones en el entorno.
Ambas administraciones, ha dicho la consejera, se han comprometido a trabajar juntas en la conservación del conjunto monumental y en su consolidación como uno de los principales atractivos turísticos de Almería.
Por su parte, el alcalde de Almería también ha remarcado el ambiente de entendimiento entre las dos administraciones, así como el nuevo clima que se abre para la gestión del principal monumento de Almería.
La reunión se ha celebrado en la sede Alcaldía, tras la petición que realizó Fernánde Pacheco, que aprovechó la disposición mostrada por la consejera en la última visita a Almería, donde anunció actuaciones de urgencia en el monumento y el cese, en septiembre, de la actual directora del conjunto.
El encuentro ha estado precedido por las perforaciones en uno de los muros del Patio de Armas, realizadas para la instalación de un graderío; y por una intervención en la muralla norte, en la que se produjeron unos desprendimientos.
