Cajamar analiza en El Ejido las claves de la sostenibilidad de la agricultura intensiva. Fue durante la presentación de ‘Contribuciones económicas, sociales y medioambientales de la agricultura intensiva de Almería’, en el que se recoges los resultados de un análisis pionero sobre la sostenibilidad del modelo productivo almeriense y se examinan las interrelaciones entre la dimensión que éste ha tenido en la sociedad.
Cajamar y el Ayuntamiento de El Ejido llevaron a cabo una jornada técnica para dar a conocer esta publicación de la entidad financiera, firmada por Emilio Galdeano, José Aznar Sánchez y Juan C. Pérez Mesa, profesores del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Almería.
Un libro que recoge las conclusiones de ese estudio y que nos adentra en un análisis pionero de las sinergias que, en materia de sostenibilidad, surgieron a raíz de este modelo productivo almeriense y cómo éstas han ido influyendo sobre la sociedad y en aspectos tan importantes como la economía o el medio ambiente, entre otros.
El acto de presentación contó con una importante presencia del sector hortofrutícola almerienses y estuvo presidido por el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de El Ejido, Manuel Gómez Galera, y el director territorial de Cajamar en Almería, Jesús Vargas Ibáñez, quienes realizaron, en sus respectivas intervenciones, una importante radiografía de la agricultura almeriense.
El concejal sería el encargado de abrir dicho acto y lo hacía, como no podía ser de otra forma, agradeciendo a Cajamar “la labor, esfuerzo y el compromiso importante que tiene con este modelo de agricultura que es, sin duda, la salvaguarda de nuestra economía” y calificando de “acierto” el hecho de haber escogido para la presentación de este libro al municipio de El Ejido, al que definió como «el epicentro de este modelo de explotación y de agricultura familiar, de orígenes muy humildes, que ha permitido a Almería tener la relevancia económica que tiene”. Algo que está avalado por datos importantes, tales como que en El Ejido existen 12.500 hectáreas de invernadero dividas entre 7.500 agricultores.
Precisamente quiso destacar, Gómez Galera, ese minifundismo y carácter familiar que prima en la agricultura almeriense. Cuestión que «ya le quisieran muchas reformas agrarias haberlo conseguido y que, de forma natural, se ha logrado aquí”. En Almería “las propiedades agrícolas están, acertadamente, distribuida en explotaciones familiares” siendo este colectivo, a su juicio, “los que soportan las malas rachas, vientos adversos y las épocas difíciles”.
Por eso, no dudó en afirmar que el Ayuntamiento va a seguir “preservando y protegiendo este modelo de agricultura para que no decaiga”. De hecho, lo dijo «convencido de que, ante una economía más globalizada y expuesta a los mercados, tenemos que hacer una defensa a ultranza de estos valores que nos definen”. Y en este sentido, explicó el edil que “este libro viene a recabar más sobre este modelo agrícola para resaltar y poner en valor todas esas facultades que tenemos y que nosotros mismos debemos de ensalzar”.
Por último, Gómez Galera, habló de El Ejido como municipio de mayor concentración de explotaciones de agrarias, de los retos y de los esfuerzos que supone para la administración local poder dar servicio, agua o una buena red de caminos rurales a todas esas explotaciones agrícolas que en él se ubican. De ahí que hiciera “un llamamiento a todas las administraciones para que, también, aporten y se comprometan con los ayuntamientos en estas tareas.”
Por su parte, Jesús Vargas en su intervención, apuntaba que “la agricultura almeriense está llamada a seguir siendo un referente mundial en cuanto a eficiencia productiva y sostenibilidad ambiental”. Y es que “hoy producimos más que nunca y lo hacemos con menos agua, menos fitosanitarios, menos abonos por unidad producida. Justo lo que el mundo necesita a corto plazo para poder alimentar a una población que superará los 9.000 millones de habitantes en pocos años”. De igual modo, Vargas, aseguró que “en el libro se queda bastante claro ese análisis, ya que cuando se lee se puede ver, de forma sorprendente, algunas de las conclusiones a las que se llega con él” en torno a nuestra agricultura.
En este contexto, la nueva publicación de Cajamar responde a una carencia histórica en los numerosos estudios sobre la agricultura intensiva almeriense que han visto la luz en las últimas décadas: el análisis de la sostenibilidad desde una perspectiva multidimensional (económica, social y medioambiental) de uno de los sistemas productivos de base agraria más singulares de la economía globalizada, que lidera el mercado europeo de frutas y hortalizas y donde se localiza la mayor concentración de invernaderos del mundo.
El libro parte de la identificación de los grandes retos a corto plazo de la agricultura de la provincia. El primero es el socioeconómico, de la mano de los cambios acaecidos en la cadena de suministros de los alimentos y la irrupción exitosa de la denominada distribución moderna. El estrechamiento de márgenes comerciales está forzando la base del sistema, la explotación familiar, obligándole a aumentar su inversión en capital y su profesionalización. En el frente ambiental, por su parte, todavía queda mucho camino por recorrer buscando cerrar los circuitos de materiales y residuos del conjunto del sistema y, sobre todo, encontrando soluciones que nos permitan reducir la presión sobre los acuíferos.
El contenido de la publicación se estructura en dos bloques. En primer lugar, a través del estudio del caso almeriense, con la revisión de datos y análisis en diversas áreas, se ofrece una visión integrada de las particularidades de la horticultura intensiva que han propiciado sus contribuciones económicas, medioambientales y sociales. En segundo lugar, el análisis de una serie de indicadores estadístico-econométricos, ha permitido obtener diversas evidencias sobre las sinergias generadas desde esa perspectiva multidimensional.
La nueva política rural de la Unión Europea está fomentando el debate sobre el papel del sector agrario y la dificultad para acometer paralelamente los retos de productividad, competitividad, respeto al medioambiente y desarrollo socioeconómico. En este sentido, y a diferencia de otros muchos estudios que identifican un reducido protagonismo del sector agrario para estimular un desarrollo sostenible, el presente trabajo defiende el papel singular que viene teniendo la horticultura intensiva en Almería a la hora de afrontar los diferentes retos desde el punto de vista multidimensional.
Tras la intervención de los autores, se ha celebrado una mesa redonda con la participación de Manuel Galdeano, presidente de Murgiverde y Coexphal; Pablo Pumares, profesor de Geografía Humana de la UAL; y Antonio Fernández, periodista y miembro del Grupo Ecologista Mediterráneo.