El Carnaval de El Ejido terminó con una gran sardinada. Fue la mejor manera de rendir homenaje a la sardina, que previamente había recibido sepultura en el Parque Municipal, ante el desconsuelo de los vecinos, congregados para despedir la fiesta de Don Carnal y recibir a Doña Cuaresma.
De esta forma, El Ejido cerró su programación de Carnaval, que se inició el sábado por la tarde, con el tradicional baile y concurso de disfraces, y que continuó durante toda la mañana de ayer domingo.
Este duelo tragicómico comenzaba a las 12.00 horas en la Plaza Mayor, donde las propias hermanas de la Sardina anunciaban a los ejidense su muerte y la preparación del velatorio y su posterior entierro al que “asistiría todo el pueblo”.
Unos preparativos cargados de ironía, humor y esa sátira propia de estas fiestas populares que provocó, en más de una ocasión, grandes carcajadas a los presentes. Éstas disentían con el llanto y las lamentaciones de las ‘vecinas del quinto’ que, como manda la tradición, aparecieron de luto riguroso a esta cita. No faltó, tampoco, ni la música ni los bailes que dieron paso al oficio de misa para despedir a la Sardina y la salida en procesión por las calles del municipio.
Este desfile fúnebre contó con la animación de varios grupos de baile, teatro y la charanga al que se han sumado niños y mayores disfrutados para divertirse en torno a esta tradición que, por cuarto año consecutivo y después de que fuera recuperada por el Consistorio, tiene lugar en el municipio.
El féretro de la sardina fue portado a hombros por hombres vestidos completamente de negro y el rostro serio hasta el Parque Municipal. Allí tuvo lugar el pregón a cargo de la concejala de Cultura, Julia Ibáñez, quién ataviada para la ocasión ha procedido, también, a encender la mecha de la hoguera donde, finalmente, ha sido quemada la sardina entre sollozos y lamentos.