Fue una critica simpática a las situaciones de masificación que se producen muchas veces en la Feria del Mediodía cuando llega la hora de pedir en un chiringuito. Claro está que el final del número es sobresaliente cuando Pepe Céspedes anuncia que ya es la hora de irse a los pubs.
Otro momento sobresaliente de la noche lo protagonizaron Alvarito y Kikín, esos dos almerienses sentados en un bar en el Paseo tomándose una cañita. La situación se convierte en un dialogo del absurdo, con dos personas que realmente hablan pero no que dicen nada. Pasa Carmen Baldó y entonces se sucede ese piropo ‘salvaje’ de ambos. Las conversaciones y la situación hicieron reír mucho al público, porque son situaciones en las que se veían totalmente identificados.
Luego Paco Calavera con Carmen Baldó realizan también un sketch donde el cómico haciéndose pasar por un empresario invita a una chica rumana a cenar. Se suceden las sorpresas y obviamente al final, el empresario queda en ridículo ante la dama porque confunde un billete de avión que le ha sacado para hacer un viaje.
A lo largo de la noche se fueron sucediendo momentos muy almerienses, muy cercanos y sobre todo, que provocaron las carcajadas de un público que ya se ha acostumbrado al buen hacer de estos artistas. Pepe Céspedes ofrece lo mejor de su buen humor, con una actuación muy sobresaliente, gustando y gustándose, aunque en los monólogos es un fuera de serie.
Alvarito es el típico artista que solo con su presencia ya provoca la risa. Bautizado como el ‘George Clooney del Quemadero’ siempre está soberbio en sus actuaciones, sus pausas y sus silencios son geniales. El viernes rozó la perfección cuando apareció vestido de niño preguntón e incordiante que no deja a su madre ni a sol ni a sombra, ni tampoco permite que se vaya con ningún hombre.
Paco Calavera es un veterano del escenario, es un maestro de la escena. Es un artista que domina perfectamente la escena y que además posee un catalogo de voces. Realmente brilla muchísimo cuando hace de almeriense. Kikín Fernández es un maestro. Su presencia también es garantía de éxito. Cada vez que sale al escenario siempre sorprende. El viernes estuvo magistral en todas sus actuaciones.
Carmen Baldó es el gran descubrimiento del quinteto. Actriz que lleva la escena en la sangre ha probado fortuna en un espectáculo cómico y le salió todo bordado. Sus compañeros se lo pusieron fácil, pero Baldó demostró que es una artista que tiene futuro, que necesita oportunidades y que siempre brillara, porque tiene madera de actriz. Su actuación brilló y sin duda, fue aclamada por el público.