Teodoro Vives fue codirector del Observatorio Astronómico de Calar Alto durante veinte años. Ayer se marchaba una de las personas que más han hecho por la astronomía en este país y que estuvo al frente del observatorio almeriense desde 1982 a 2003.
La última aparición pública de Teodoro Vives fue a finales del año pasado, en la presentación de la Asociación de Amigos de Calar Alto, de la que fue nombrado presidente de honor. En aquel acto, celebrado en el salón de actos de la UNED, Vives expresó su pasión la astronomía y la genial experiencia que supone observar la bóveda celeste desde Calar Alto.
Esta misma asociación emitió un comunicado poco después de enterarse de la noticia, en el que manifestaban su gratitud por la labor científica y divulgativa de Teodoro Vives. «La astronomía fue su pasión, y su profesión, y por este motivo ha sido referencia para todos los astrónomos profesionales y aficionados de esta provincia», dice el comunicado.
Teodoro Vives fue uno de los que supieron ver la importancia del observatorio almeriense. Durante su periodo en el centro, Vives contribuyó para que las cúpulas que coronan Gérgal se convirtieran en uno de los observatorios más importantes de Europa.
A lo largo de su carrera trabajó en Inglaterra, Brasil y Alemania. Obtuvo la Cruz al Mérito de la República Federal de Alemania y, entre otros reconocimientos, vio cómo Gérgal bautizó unas de sus calles con su nombre.
Fue también un pionero de la fotometría fotoeléctrica en nuestro país. Aparte de su labor docente en las universidades Complutense y de Granada, Teodoro Vives desempeñó un papel central en la historia del Observatorio de Cartuja en Granada, del que fue director y cuyas instalaciones e investigación modernizó. Este Observatorio se integró posteriormente en la Universidad de Granada y Teodoro Vives erigió su Estación de Alta Montaña del Mojón del Trigo en Sierra Nevada. El Observatorio de Cartuja fue germen del Instituto de Astrofísica de Andalucía y de los Observatorios ligados a esta entidad: el Observatorio de Sierra Nevada y el Centro Astronómico Hispano Alemán, más conocido como Observatorio de Calar Alto. Gracias a la gestión de Teodoro Vives se establecieron colaboraciones con el Observatorio de Greenwich y con el Max-Planck-Institut für Aeronomie, que han decidido en gran medida la investigación actual del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Su actividad internacional lo hizo merecedor de la Medalla al Mérito de la República Federal de Alemania.
A su labor científica y académica se unía una cultura inmensa y un aprecio especial por la divulgación científica de calidad, lo que lo llevó a publicar varias obras de divulgación de la astronomía dirigidas a públicos de distintos niveles y que figuran en las bibliotecas de multitud de apasionados de la astronomía tanto profesionales como aficionados.