El libro es una loa al mundo animal y su vinculación con la naturaleza filabreña del que brotan recuerdos y enseñanzas. El lobo de Calar, que desapareció en la provincia hace un siglo, las águilas que anidan en las atalayas de la sierra, la imponente figura del buitre leonado o el enigmático cuervo de Tahal son guiños al medio ambiente y a la relación de protección maternal que la naturaleza tiene con el universo de los animales.
Así es el libro Bestiario de Los Filabres, el nuevo poemario del poeta Domingo Nicolás (Instituto de Estudios Almerienses, EIA), que ha sido presentado en sociedad en el Salón de Actos de la UNED con la presencia de poetas como José Ángel Ceba o Julio Alfredo Egea en un acto dirigido por el diputado de Cultura, Antonio Jesús Rodríguez.
Dividido en seis bloques e ilustrado con dibujos de su hijo Miguel Ángel Nicolás, la publicación reúne poemas escritos en una línea de tiempo que comenzó hace ya 20 años y que, con métrica ligera -sobre todo, décimas y sonetos-, pretende trasladar un mensaje de «respeto y admiración» por el entorno ambiental y animal que nos rodea.
Domingo Nicolás asegura que ‘Bestiario de Los Filabres’ está inspirado en su vivir diario con animales más próximos: «Está tratado con delicadeza y ternura. La ternura propia de quien se siente muchas veces alentado, decaído y restaurado psicológicamente por los animales», resalta.
La publicación termina con una cadena de décimas de las que emanan referencias implícitas, «que no denuncias», a la corrupción del hombre en las que los protagonistas son animales que el lector, con su agudeza intelectual, debe adivinar al apropiarse del gozo de leer.