El alicantino Antonio Moreno protagoniza hoy lunes el Aula de Poesía que organiza la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería y patrocina la Fundación Unicaja. La actividad se realizará a partir de las 20:00 horas en el Centro Unicaja de Cultura en el Paseo de Almería, 69. El escritor alicantino no ha dejado de lado nunca su esencia como poeta. Desde sus primeras obras ha demostrado con ahínco, y quizás sin saberlo, que la madurez del creador, aquella que hace que evolucionen los estilos, no son algo perentorio en un poeta.
El año pasado presentó su último poemario Nombres del árbol, escrito en dos años, donde apenas se distingue el calidoscopio mágico del día a día, del transcurso de las emociones en la vida. Antonio Moreno, invita con este libro a escuchar el susurro que le llegan de los rincones más habitados del mundo. Parte de lo excelso que resulta lo cotidiano, como el amor, la visión de unas flores, el recuerdo, el paso de los días, la muerte,… se reflejan en las palabras de esa añoranza que asombra a quien descubre los versos, a medida que son leídos.
Ha publicado ocho libros de poemas que le han granjeado la admiración sin reservas de poetas y lectores exigentes. Son los siguientes: Libro del yermo (1993), Solar antiguo (1996), Visión del humo (1998), Metafísicas (2000), Polvareda (2003), La tierra alta (2006), Tabla rasa (2007) y Nombres del árbol (Tusquets, 2010).
Todos ellos, salvo el último, están recogidos en el volumen de su poesía reunida, titulado Intervalo (Comares, 2007). También es autor de varios libros de prosa diarística y de varia invención, entre los que destacan Alrededores (1995), Partes de un todo (1999), Mundo menor (2004) y El laberinto y el sueño (2009). En 1996 fue incluido por Joaquim Manuel Magalhaes en su Poesia espanhola de agora.
La obra de Antonio Moreno sigue los pasos señalados por un destino aceptado, por eso se aparta de los excesos de la orfebrería poética, encontrando en la naturalidad y la sutileza expresiva una forma de comunicación con el lector.
Una voz poética a la que le viene bien la sencillez, y ese tono conciliador entre lo que la realidad nos enseña y el pensamiento que quiere alcanzar a comprender algo del porqué de esa realidad. Más allá de la belleza aceptada la poesía de Antonio Moreno indaga en esa otra belleza que el poeta descubre en lugares y gentes humildes, donde encontrará eso que nos eleva más allá de lo concreto, de lo perecedero, llamémosle alma, esencia, o espíritu, y que hace trascender nuestra existencia.
