El 22 de diciembre de 2002 el rock se quedó sin uno de sus frontman más carismáticos. Se llamaba John Graham Mellor, aunque todos lo conocían como Joe Strummer, el líder de The Clash, una de las bandas que abanderaron el movimiento punk y cuyas canciones no pueden faltar en la colección de los amantes de la música popular. El próximo viernes, la asociación Argaria le rendirá un homenaje en la cafetería Leo de Antas.
El legado de Joe Strummer en la música es inmenso. Su forma de cantar, la manera en que rasgaba la guitarra y el sentido crítico que le daba a cada una de sus canciones ha llegado hasta nuestros días y se ve reflejado en muchas bandas.
Strummer fue un pionero y así se le reconoce en el mundo del rock. En su día supo apartar a The Clash del punk autodestructivo que practicaron bandas coetáneas como Sex Pistols, y le aportó una carga intelectual a sus canciones; fue también uno de los primeros en acercarse a los sonidos jamaicanos; al tiempo que, junto a su banda, crearon himnos para la historia de la música reciente como ‘London calling’ o ‘White riot’.
Y Strummer no solo fue el líder de The Clash. Su pasión por Andalucía y García Lorca lo llevó a Granada, donde conoció la incipiente escena rock de esa ciudad y firmó la producción del primer disco de 091. Además también formó parte de la historia reciente de Almería, donde llegó atraído por la filmación de la película ‘Straight to hell’, de Alex Cox, en la que compartió escena con The Pogues, Courtney Love, Dennis Hopper y Grace Jones.
El flechazo con esta tierra fue instantáneo y Joe Strummer se trasladó a vivir a San José, donde permaneció largas temporadas de su vida. Y es que, según confesaba el músico, en Almería encontró la tranquilidad que necesitaba para desconectar y aislarse de la fama que había adquirido con The Clash.
Ahora, diez años después, la asociación Argaria recordará la figura de Joe Strummer, y lo hará, este viernes, a las 20 horas, en la Cafetería Leo, donde se podrán ver el documental de Julian Temple ‘The future is un written’ y el concierto de The Clash celebrado en Tokyo en 1982.
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